Playa Hermosa.- Lisbeth Vindas se conoce muy bien las tormentosas aguas de Playa Hermosa, ayer por ejemplo, eran de casi 3 metros y la surfista sabía como manejarse de un lugar a otro: “Es una playa que conozco, siempre he surfeado y sé que es difícil”.
Sin embargo, el apoyo y carisma de la gente motivo a la porteña para vencer las fuertes olas.
“La gente me ha apoyado mucho, estaba pendiente de mí y eso me daba fuerzas para esforzarme más. Me daban vibras positivas y cuando me decían que quería que ganara, era en serio porque en verdad lo sentía”, dijo Vindas que no escondió que extrañar a la nacional Nataly Bernold, que se reportó enferma.
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