Yomaira Solís es una de los miles de nicaragüenses que desde hace dos meses se apersonan a la embajada de ese país, en barrio La California, con el fin de obtener documentos para regular su situación migratoria aquí.
“Es una barbaridad, perdemos días de trabajo, llevamos sol y agua. Hemos madrugado para que nos den unas fichas y no nos atienden”, manifestó molesta.
Algunos dijeron que es difícil obtener una cita, pues no atienden las llamadas. Tampoco se puede acceder a la página web.
Mientras hacen fila, en medio de ventas, basura y calles colapsadas, algunos usuarios se quejaron de malos tratos del personal.
Embajada busca soluciones
Harold Rivas, embajador de Nicaragua, comentó que esta situación se les ha salido de las manos porque es mucha la gente que llega.
“Se atienden unas 1.500 personas diarias, ampliamos el horario y el personal de atención para atender la demanda, pero no ha sido suficiente”, añadió Rivas.