Solicitó 14 por ciento más en teléfonos

ICE volvió a pedir ajuste

Incluye tarifas celulares, líneas fijas y mensajes de texto

Hace tres semanas le dijeron que no, pero el ICE no se da por vencido y volvió a solicitar a la ARESEP un aumento del 14 por ciento en las tarifas de los servicios telefónicos.

La nueva petición llegó a la entidad reguladora el viernes.

De acuerdo con la propuesta, la tarifa básica celular aumentaría ¢406, pues pasaría de ¢2.900 a ¢3.306, el minuto en exceso pleno subiría de ¢30 a ¢34 y el reducido (de 10 p.m. a 6 a.m.), de ¢23 a ¢26.

El depósito de garantía se elevaría en ¢1.750 y los mensajes cortos pasarían de ¢1,50 a ¢2.

También pretenden ajustar las tarifas de teléfonos fijos de hogares y comercios (ver recuadro).

Segundo intento

El 1° de agosto, la ARESEP archivó una solicitud de alza del ICE para las tarifas de teléfonos porque esa institución no le reintegró a los usuarios el dinero por servicios no prestados durante una huelga.

A los clientes empresariales y de telefonía fija tenía que reintegrarles, por una única vez, ¢448 y a los de celulares ¢172.

La ARESEP determinó que la huelga de empleados del ICE, entre el 16 de mayo y el 4 de junio del 2003, afectó la prestación de los servicios a los usuarios por eso ordenó compensarlos.

Para ello el ICE debía incluir el respectivo rebajo en los recibos de febrero del 2004.

El Instituto ha sostenido que no pueden reintegrarle dinero a todos los usuarios sino que éstos deben demostrar que de alguna forma les afectó la huelga.

En el nuevo planteamiento hecho el viernes, el ICE ni siquiera menciona este tema.

Alega que los precios de los servicios deben cubrir el costo de su prestación y futuras inversiones. "Del análisis de los costos de la institución se desprende la necesidad de presentar ante su representada una solicitud de fijación tarifaria para el 2005", expone en una carta Pablo Cob, presidente ejecutivo del ICE, a la reguladora general, Aracelly Pacheco.

Aunque se desconoce que decidirá esta vez la ARESEP, clientes como la familia Zamora Solano en La Alondra de Moravia, prefieren ir disminuyendo los minutos que pasan pegados al auricular.

Actualmente pagan ¢30 mil por mes de teléfono fijo, la mayoría por llamadas a celulares. "Nos parece injusto que pretendan un aumento del 14 por ciento porque no es proporcional con los incrementos salariales", dijo Wilbert Zamora, cabeza del hogar.