Cinco historias de éxito empresarial

Con trabajo llegaron a la cima

Eran misceláneos y oficinistas. Hoy su vida es otra y dirigen grandes empresas

Marco Acevedo Martínez comenzó a trabajar en McDonald's Guadalupe, en 1985. Limpiaba mesas y barría el piso. Al trabajo, llegaba en una bicicleta que amarraba a una malla del parqueo.

Ahora, Acevedo vive en Panamá con su familia y es el director de operaciones de McDonald's para Centroamérica y Panamá.

"La humildad, la lealtad y el trabajo arduo pueden llevarlo a uno muy lejos", comenta este administrador de empresas.

La misma fórmula la aplicaron otros cuatro profesionales costarricenses, quienes, como Acevedo, ocupan importantes cargos en las diferentes compañías donde trabajan. Pero años atrás, empezaron desde abajo.

Todos se esforzaron, fueron a la universidad y aprovecharon las oportunidades que se les presentaron. Todavía hoy, no piensan en límites, sino en los retos.

De secretaria a directora

"Llegué hace 20 años, para hacerle la incapacidad por embarazo a la recepcionista. Después surgió la oportunidad de hacer otra por el mismo motivo a la secretaria de la presidencia. Tuve suerte porque esta muchacha no regresó", cuenta Samari Matamoros, directora general del Grupo Constenla.

Matamoros tenía 18 años cuando comenzó a trabajar en la empresa, y desde entonces su carrera ha ido en ascenso.

Por años, trabajaba durante el día y estudiaba en las noches. En 1990, obtuvo la licenciatura en administración de negocios en la Universidad Latina, y poco tiempo después cursó una maestría en la National University.

De secretaria pasó a ser asistente del presidente, después la nombraron gerente de mercadeo y un año más tarde asumió la gerencia de desarrollo. Ocupa la dirección comercial del Grupo Constenla desde hace 8 años.

"Aunque siempre tuve el voto de confianza de mi jefe, trabajé muy duro para conseguir lo que tengo. Uno debe tener objetivos muy concretos y luchar por alcanzar sus metas. En todo momento, digo que en cada obstáculo hay que encontrar un reto y no un límite", afirma Matamoros

Samari creció en barrio México, en el seno de una familia de cinco hermanos; se graduó en el Liceo de San José. Es divorciada y madre de un niño.

"En la universidad un profesor me decía: 'usted para ser mujer es medio vivilla', como menospreciando mi condición femenina", recuerda esta esforzada mujer.

"Creo que me pensionaré en esta empresa, si mi jefe no dispone lo contrario", asegura sonriendo.

Liguista empunchado

Óscar Alvarado es un viejo conocido dentro de la Mutual Alajuela, pues ingresó a la institución en 1978, a trabajar como oficial de crédito, cuando apenas tenía 20 años.

"Yo le daba información a las personas que deseaban obtener préstamos", explica.

Diez años más tarde, en 1988, asumió el puesto de gerente general que ocupa hoy. Antes, fue contador y jefe de crédito y cobro.

"Les digo a los nuevos graduados que trabajen con amor y humildad. Ser profesional no significa poseer títulos sino ser honrados y tener una actitud positiva en lo que se hace", comenta.

Alvarado estudió contaduría y cursó una licenciatura en banca y finanzas. Es oriundo de Peralta, un pequeño pueblo del cantón de Grecia. Está casado con Luz Mary González y tiene tres hijos.

"Aún recuerdo la ilusión del primer trabajo y cuando me dijeron: Óscar, el puesto es suyo"

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Escobas y cuadernos

Cuando Marco Acevedo llegó al restaurante McDonal's Guadalupe, su vida cambió. Inició una carrera profesional impresionante y allí mismo Cupido lo flechó: conoció a Mayra, su esposa, quien trabajó en el restaurante solo durante un mes.

Acevedo no conoce la palabra límites. Ingresó a la empresa cuando tenía 17 años para pagarse la universidad. Durante años, combinó los estudios con el trabajo.

Al poco tiempo de desempeñarse barriendo el piso, se convirtió en el asistente del gerente del restaurante y desde entonces subió y subió hasta convertirse en gerente de operaciones de Costa Rica.

Hace apenas un mes asumió la dirección de operaciones para Centroamérica y Panamá.

"El secreto es lealtad a la compañía donde uno trabaja y desear siempre tener algo más", dice Acevedo, que estudió administración.

Un vendedor optimista

"Siempre digo que si quiero ser exitoso en mi trabajo, primero tengo que serlo con mi familia", comenta Wálter Cruz, gerente de operaciones comerciales de Coca Cola-Femsa.

Aunque llegó a la empresa a ocupar un puesto gerencial, la carrera profesional de Cruz sobresale desde antes, pues en solo 11 años logró ascender hasta la gerencia de operaciones en el país.

Al principio, tenía a su cargo cuatro agencias de Coca Cola: en San Carlos, Naranjo, Cartago y Turrialba. Después fue gerente del Área Metropolitana y cinco años más tarde asumió la gerencia nacional de ventas.

Cruz tiene 47 años, se crió en Llorente de Tibás y es administrador de empresas. "Les digo a los jóvenes que tengan sueños y que trabajen por ellos. El que tiene un sueño tiene una ilusión".

El jefe fue misceláneo

Una mañana de diciembre, de 1984, Jorge Cabezas Miranda viajó desde su Liberia natal hasta San José a buscar trabajo. Al día siguiente, estrenó un empleo como misceláneo en el supermercado Más x Menos, en Guadalupe. Hoy, Cabezas es el gerente de "marketing" y ventas de CSU, una de la cadena de supermercados más grandes del país.

Mientras trabajaba, asistía a la universidad. En el supermercado fue gondolero y bodeguero, y después auditor interno. Su crecimiento no se detuvo y hace seis meses asumió su cargo actual.

"Nunca abandoné mis raíces. Todos mis retos los recibo como si fuera un misceláneo. Las cosas no son sencillas y valoro todos los compañeros con quien trabajo, los de arriba y los de abajo", dice Cabezas, que tiene una maestría en mercadeo.