La medida rige 12 días, pero podría extenderse

Furia de inmigrantes hace de París una gran hoguera

Gobierno decreta toque de queda para los jóvenes menores de 16 años

París/AFP.- El gobierno francés decretó ayer el "estado de emergencia" que permite la instauración del toque de queda y registrar domicilios sin ningún control judicial.

El primer ministro, Dominique de Villepin, anunció varias medidas de ayuda a los barrios más pobres, donde se originaron las protestas que cumplieron doce noches y dejan miles de carros quemados y centenares de personas detenidas.

El presidente Jacques Chirac dijo que la decisión de instaurar toques de queda es "necesaria para acelerar el regreso a la calma". De Villepin dijo en la Asamblea Nacional que el estado de emergencia, aplicable durante 12 días, se prolongará "si lo exigen las circunstancias"; eso se haría mediante un proyecto de ley que votará el Parlamento.

Asimismo, anunció una serie de medidas destinadas a aliviar la situación de los suburbios, donde viven miles de inmigrantes en condiciones de pobreza.

Los alcaldes de Orleáns y Savigny-sur-Orge no esperaron la decisión gubernamental y decretaron el toque de queda para los menores de 16 años en sus respectivas localidades, después de que el lunes lo hiciera el regidor de la localidad de Raincy.

Sospechosos en la mira

Los registros domiciliarios también podrán realizarse durante los 12 días de vigencia del estado de emergencia, cuando exista la sospecha de posesión de armas. Una ley de 1955 prevé que el ministro del Interior o los prefectos "ordenen registros domiciliarios de día y noche" sin mandato judicial en casos excepcionales.

En la última noche, doce policías fueron heridos ligeramente, principalmente por el impacto de proyectiles. También se registraron tiros de metralla, que no alcanzaron a los policías. El lunes por la tarde, uno de los protagonistas de la revuelta perdió una mano por la explosión de una granada lacrimógena.

Todas las noches es lo mismo EFE Decenas de carros quemados en incidentes vandálicos ocurridos el lunes yacen apilados en un depósito de Estrasburgo, al norte de Francia. El desorden ha invadido muchas zonas del país. AFP Los grupos de policías se mantienen vigilando en los sitios donde podrían estallar protestas por las noches. Los puntos más problemáticos están identificados. EFE Los furiosos manifestantes no respetan nada a la hora de destruir. Algunos vecinos mira cómo quedó una escuela local, alcanzada por la ira de los jóvenes que atacan, sobre todo, de noche.

Es rabia, no religión

Trappes, Francia/ AFP. Un grupo de jóvenes musulmanes de Merisiers, un barrio de Trappes en la periferia parisina, explica que la religión no tiene nada que ver con la revuelta que sacude desde hace 12 días a Francia, sino la "rabia" que produce la marginación y la desesperanza.

Saidou, de 22 años, es designado, entre bromas, "portavoz" del grupo, que ha aceptado hablar con el consentimiento de los "grandes hermanos", con la treintena cumplida y a menudo padres de familia, y que son los cerebros de la revuelta que tiene al país en jaque.

"¿Por qué llaman al rector de la mezquita de París para calmar a los jóvenes?", se pregunta. "La violencia es un fenómeno social, que no tiene nada que ver con el Islam", dice, después de que en los últimos días han aumentado los llamamientos a la calma de los musulmanes.

Mehdi (no es su verdadero nombre) tiene 17 años. Hace tres que abandonó la escuela y asegura que tienen ganas de "hacer la guerra a la policía. Buscan pelea. Mientras que Sarkozy esté ahÍ, vamos a seguir quemando coches. Vamos a quemar la sociedad".

"¿Hay que esperar a la violencia para que haya diálogo? ¡Hemos pedido ayuda, pasan de todo, hace 30 años que dura!", dice Saidou antes de agregar: "Incluso nosotros no sabemos cómo va a pararse" esta revuelta de los suburbios que en a lo largo de 12 noches ha dejado miles de autos calcinados y cuantiosos destrozos materiales, sobre todo en edificios públicos.

Francia no vivía nada parecido desde 1968.