Las Juntas de Abangares

Escuelita, escuelita, ¡cuánto tiempo ha pasado!

Once exalumnos recibieron diploma a 50 años de graduados

La piel se erizó. Los recuerdos afloraron con cada paso. Definitivamente fue un torrente de emociones lo que recibió a los once exalumnos de la Escuela Delia Oviedo de Acuña, en la Las Juntas de Abangares, que el viernes volvieron y hasta recibieron un diploma, al cumplir 50 años de su graduación.

La actividad promovida por la Escuela le permitió a estos veteranos reencontrarse con su niñez, aunque ahora convertidos en exmaestros, exdirectores, panaderos y ciudadanos ejemplares.

El aula en la cual, de la mano del maestro Euclides Sandoval aprendieron a leer, a sumar y donde crearon fuertes lazos de amistad, aún existe.

De aquella generación, que ingresó a primer grado en marzo de 1951 y que se graduó en noviembre del 55, la mayoría se hizo educador y hasta directores de escuelas y colegios.

"Mirá el aula donde estudiábamos", señaló doña Marielos Mora. "Y te acuerdas que felices éramos cuando nos subíamos a los palos", dijo don Franklin Badilla. Las anécdotas venían una tras otra y sus caras se iluminaban con cada una, como si se tratara de niños esperando un regalo.

Para ellos, la escuela se lució con este homenaje.

El personal de ese centro les entregó su segundo diploma. ¨Fue el título ganado en la escuela de la vida y apartado solo para quienes la viven digna y ejemplarmente.

Por eso, los alumnos los despidieron al mejor estilo de Diego Torres: pintando sus caras de esperanza y tentando al futuro con el corazón.

Recuerdos Erolyda Elizonado, exmaestra, de 63 años Desde que me gradué, no había vuelto a mi escuela. Trabajé en otros centros, pero ésta será mi escuela". Franklin Badilla, expanadero, de 63 años Yo me tiraba de los palos y me quitaba los zapatos cuando llovía. Estar aquí es como volver a sacar el diploma" María de los Angles Araya, Exmaestra Se me erizó la piel cuando cante el himno de mi escuela. Han pasado 50 años y me acuerdo como si fuera ayer".