Róger Amoretty, corresponsal y Rodolfo Martin
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Limón. - Una alumna de 16 años del Liceo Diurno, murió asesinada antenoche de dos balazos y como único sospechoso del hecho figura su novio, seis años mayor, según la Fuerza Pública.

La muchacha respondía al nombre de Rosemary Álvarez Rosales, la mayor de los cuatro hijos de Adela Rosales Torres.

El sospechoso, de apellido Cordero y de 22 años, fue quien alertó al sistema del 911 sobre la “presencia de una mujer baleada en la playa de Cieneguita”.

Algunos minutos después de que la Policía confirmó el hecho, volvió a llamar, ahora con la intención de entregarse.

La Policía fue por Cordero a su casa, lo recogió y lo trasladó a la Comandancia de Plaza, antes de entregárselo al OIJ.

La muchacha recibió un impacto en la cara y el otro en el abdomen.

Según declaró la madre de la víctima, su hija dejó a Cordero porque, presuntamente, consumía drogas.

“Ella temía que fuera a inducirla”, precisó.

La muchacha, para evitar estar con él, o que fuera a buscarla a la casa, se fue a vivir con unos amigos.

Sin embargo, el sábado la encontró y le pidió que hablaran un momento, para lo cual caminaron un trecho por la playa.

Eran alrededor de las 9 p.m.

Ambos comenzaron a discutir y Cordero perdió el control y le disparó.

La violencia regresó

Alexánder Jiménez, Paramédico.

El cuerpo estaba boca arriba. La mano derecha sobre el pecho y el brazo izquierdo extendido hacia el mar”.

Sterling Morris, Vecino.

En el barrio teníamos varios días de calma. Pero la violencia regresó y con el trágico saldo de una niña muerta”.