Leonel Jiménez
Periodista

Sentimos que en Costa Rica hay una relativa calma y hasta si se quiere satisfacción con el resultado del sorteo; que sea Honduras nuestro primer rival no ha mortificado a nadie, arrancar en casa puede que sea lo mejor, siempre y cuando se gane.

Contrario a esta “tranquilidad” nuestra, en México se habla de conspiración, de complot.

¡Fraude! conjura y no sé cuántas cosas más; según la prensa mexicana en los últimos días se han enterado que la rifa fue amañada para que al “gigante” de la Concacaf le tocara abrir con Estados Unidos como visita, y dejan ver que los dirigentes del área quieren más dinero y que se han vendido a los del norte.

Aseguran que es una canallada hacerlos jugar con sus vecinos en su territorio en la apertura de la hexagonal. No sabemos qué hay de cierto en estas aseveraciones, aunque todos conocemos que montar una rifa o sorteo no es nada complicado y ya tenemos suficientes evidencias en copas del mundo y torneos regionales.

Pareciera que este tema no es tan contundente cuando se trata de un torneo de todos contra todos y a visita recíproca. Se entiende que no hay mucho donde favorecer a algunos o perjudicar a otros.

Costa Rica tendrá que cerrar con Estados Unidos y aquí nadie ha hablado de conspiración de los manda más de la Concacaf.

¿No será mucho más complicado cerrar que abrir con los “gringos”?

Eso lo sabremos al final de la clasificación.

Lo único cierto es que este juego con Estados Unidos para abrir la hexagonal de CONCACAF tiene a los aztecas más preocupados que si les hubieran anunciado un terremoto de 8 grados.