Juan Diego Villarreal
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San Pedro de Montes de Oca. Las radioemisoras dieron la voz de alerta. El líder Gregory Brenes, del equipo BCR Pizza Hut, había sufrido problemas mecánicos en su bicicleta, al coronar el último premio de montaña en el Cerro Buena Vista. Y la asistencia no llegaba por ningún lado.

A esas alturas, los segundos se hacían eternos, mientras el pelotón continuó su viaje y el joven parecía perder la paciencia.

Una vez que se reparó su “caballito de acero”, Brenes empezó a darle con todo y entonces las camisas anaranjadas del equipo Dos Pinos Coopenae, de Pablo Araya y Marco Salas, le pusieron el paso para que pegara el lote.

Fue un genuido gesto de “Fair Play”, de espíritu deportivo, en el cierre de la edición 44 de la Vuelta Ciclística a Costa Rica.

Era poco probable que Brenes perdiera la camiseta amarilla en la última largada entre Pérez Zeledón y San Pedro de Montes de Oca, con 133 km. de recorrido.

Venía un vertiginoso descenso de unos 80 km. tras dejar atrás los tres puestos de montaña y su equipo, sin duda, lo habría llevado sin problemas hasta la meta.

Pero el gesto de Araya y Salas, que reiteró su entrenador José Antonio Herrero, es digno de resaltar, pues son enemigos a “muerte” en la carretera.

Quizás Brenes no necesitaba ayuda, pero igual es de aplaudir la acción de los “lecheros”.

Al final, la jornada fue para el mexicano Julio Pérez, quien llegó con buen cartel a la Vuelta, pero no con un equipo para pelearla.

Pérez triunfó con un “crono” de 4:00:06, seguido por el cubano Arnold Alcolea, ganador de la regularidad a 1:52, mientras el rey de la montaña, Marconi Durán, fue tercero a 1:53.

¿Por qué ganó Gregory?

En la fuga buena. En la segunda etapa, entre Caldera y Filadelfia, se fue en la “fuga buena” y quedó como el mejor pizzero en la general.

Sin altibajos. En el plano, montaña o descenso, Brenes fue muy regular, al punto que no tuvo momentos malos.

Trabajo de equipo. No se desgastó mucho, pues su equipo lo cuidó en todo momento, viajó a rueda de sus compañeros.

Contundente. Fue el vencedor en la decisiva contrarreloj y bajó con propiedad el Cerro de la Muerte. Fue un líder sólido, sin fisuras de qué aprovecharse.

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