Carlos Láscarez S.
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Puntarenas. - Un total de 2,5 toneladas de cocaína fueron halladas ayer flotando dos millas al sureste de la isla Los Negritos, en el golfo de Nicoya, frente a las costas de Puntarenas.

El descubrimiento lo efectuaron ayer a las 5 a.m. autoridades de Guardacostas y agentes de Seguridad Pública, quienes fueron alertados desde la madrugada.

El estupefaciente estaba oculto en 126 sacos que estaban cerca de una lancha tipo “Eduardoño” y otros flotando cerca de una embarcación con bandera costarricense llamada Adriana, que se investiga si tuvo algún vínculo.

En cada saco los narcotraficantes ocultaron 20 paquetes de un kilo de cocaína, lo que dio como resultado preliminar las 2,5 toneladas. La Policía estima que el cargamento vale varios millones de dólares, aunque inicialmente se no se precisó la cifra.

Dentro de la lancha rápida, la autoridades encontraron 10 estañones de gasolina vacíos.

Martín Arias, director nacional de Guardacostas, afirmó ayer vía telefónica que la lancha –que se sospecha procede de Colombia– estaba dañada, por lo que habrían intentado hundirla.

“Por el modus operandi presumimos que eran colombianos los que traían esta droga. Además se investiga a un pesquero puntarenense”, aseveró Arias.

La ministra de seguridad Janina del Vecchio, señaló que pese a que no hubo personas detenidas, varios sospechosos serán interrogados las próximas horas.

Como parte del operativo, cinco embarcaciones del Servicio Nacional de Guardacostas se mantendrán efectuando un rastreo exhaustivo en la zona.

El objetivo de las autoridades es buscar a los ocupantes de la embarcación, así como para verificar si hay más droga.

Complacidos

Janina del Vecchio, Min. Seguridad.

Es un trabajo efectuado sólo por guardacostas costarricenses. Tenemos a varios sospechosos para investigar”.

Martín Arias, Director de guardacostas.

El tiempo en la madrugada estuvo muy picado. Dejaron abandonados tres motores nuevos de 200 caballos”.

José Torres, Viceministro de Seguridad.

Es urgente que este veneno no llegue a tierra, ya que después el que lo encuentra lo vende a precios ridículos y causa dolor a muchas personas”.