Christian Campos, corresponsal y Rodolfo Martín
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Carrillo, Guanacaste. - Las sospechas de que lo peor le había ocurrido se confirmaron anteayer por la tarde, cuando aparecieron moscas volando por la ventana y debajo de la puerta de la cabina número 3, en la cual Konrad Kucera se hospedaba desde hace 3 semanas.

El dejar de ver a Kucera, de 48 años, en Playas del Coco llamó la atención.

Los vecinos ya estaban acostumbrados a sus caminatas matutinas en la playa o verlo escuchar música en su “iPod” por las tardes en el bulevar.

De un pronto a otro, no se le vio más; aunque en el libro de la recepción de “Villas Austria” no había salida. La ausencia no sólo fue cuestionada por los lugareños, sino por el propio dueño de las habitaciones, un extranjero de apellido Hartl.

La última vez, que se tuvo noticia de él fue el domingo a las 11 a.m. “Desde que llegó, hizo química con el personal y también tenía un buen ambiente entre la gente del pueblo” dijo Hartl.

En una mesa de madera –dentro de la habitación– la policía halló siete “puntas” plásticas vacías de cocaína y una aún con contenido. Además varias botellas de licor vacías.

El cuerpo de Kucera, estaba sobre la cama y sobre ella, también una jeringa usada, la cual, las autoridades enviaron al Complejo Forense para determinar el tipo de sustancia que pudo haber contenido y si fue usada.