Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

¿Sabía usted que Rodrigo Kenton, técnico de la Selección Nacional, es gemelo, que ama pescar, andar en cuadraciclo y que le falta ir a Oceanía para haber visitado todos los continentes?

En entrevista con Al Día, Kenton dejó entrever cómo mata el rato, cuál es su principal logro y confesó haber comido insectos.

¿Cuántos países conoce?

Siempre pierdo la cuenta. Desde los 16 años, en una gira con el Estrella Roja de Limón por Centroamérica, ando viajando. Me falta conocer las tres cuartas partes del mundo, que es el mar y Australia. Hay jugadores allá y tengo amigos, pero no he sacado el tiempo.

Pero... ¿serán unos 30?

Que va, son más, 50 ó 60.

¿Cuáles son sus pasiones?

Pescar. Me gusta más en el mar. He ido a Tulín, Costa de Pájaros, Guanacaste, isla Venado, isla de San Lucas. Me falta conocer la isla de Chira. También me encanta andar en cuadraciclo en recorridos recreativos.

¿Cómo le nace esa afición?

Buscando actividades “out door”. Lo preferí antes de comprar una moto. Me llama más la atención “montañear”, meterme por caminos difíciles y llegar a lugares inhóspitos.

¿Cocina lo que pesca?

Sí. Es fácil, tiene que estar fresquito, en un sartén caliente, empanizado o al ajillo, para mí es riquísimo. Lo que no me gusta es limpiarlo. Da mucho trabajo, estoy aprendiendo técnicas para quitar las escamas.

¿Un logro personal?

Mantener a la familia unida, ser un ejemplo para algunos, sentirme útil en la formación de jugadores, alguno me lo ha agradecido.

¿Cuántos años tiene de matrimonio?

No me acuerdo, la que sabe eso es mi señora... veintitantos. Tengo tres varones, Keiner, Kervin, Derrick y Cristian Sawer que es adoptado. Soy un hombre de hogar, lo que me saca un poco es el fútbol. A veces voy a volar machete a un terrenito que tengo en Santa Rosa de Limón. Me gusta sembrar. Allí voy a estar tranquilo, es zona rural y tengo ganado.

¿Qué opina de la prensa deportiva nacional?

Es normal. Si hay 99 cosas positivas y una negativa, se concentran en lo negativo, pero eso pasa en todo el mundo. Uno entiende.

¿Cuál es su comida favorita?

Los mariscos, el “rice and beans”, seso vegetal, los tamales. Soy comedor de todas las comidas. Luego de andar en África, Europa y Asia, uno acepta todo.

¿Probó algo exótico en esos países?

En Japón, comí unos mariscos que otros compañeros de mesa no se animaron. Pero preferí no averiguar qué era. Si está cocinado, hay que entrarle, decía yo.

¿Insectos?

En Corea, no saben a nada, es como un “crispy”, tostado. Y ya tostado no pasa nada.

¿Qué cambiaría si fuera presidente?

Está difícil (lo piensa unos segundos)... los caminos rurales. Meterle más asfalto a muchas zonas del Pacífico, de Limón, de Golfito. Creo que se descentralizaría mucha aglomeración del Valle Central.

¿Colecciona algo?

Billetes, tengo un montón, de todos los países. Monedas, tengo que conseguir un libro para guardarlas y tarjeta de los hoteles, más cuando tienen nombre. Si no tienen, yo se los pongo con un marcador permanente.

¿Qué le gusta que le regalen?

Nada en particular, pero los valoro mucho, los chineo, los visualizo. Pasan hasta 15 días y no los abro.

Al espejo

Un ídolo: Jesucristo nuestro Señor Todopoderoso.

Un jugador: Pelé.

Un equipo: El Ajax de Holanda.

Un hobby: Pescar.

Un libro: La Biblia.

Una película: 300.

Una carrera: Administración de Negocios.

Un objetivo: Ir siempre hacia adelante y ser exitoso.

Una meta: Llegar al Mundial.

Una alegría: Ver a mis hijos profesionales.

Una tristeza: La muerte de cada uno de mis padres.

Una ilusión: Llevar a Costa Rica al Campeonato Mundial.

Un recuerdo: El Mundial Italia 90.