Neyssa Calvo Achoy
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Todos los perros en algún momento del día se rascan, pero cuando además se lamen o pierden pelo en forma excesiva podría tratarse de una alergia. En ese caso, lo mejor es llevar al animal a una consulta para buscar el origen y darle el tratamiento adecuado para su caso.

Por lo general, cuando la picazón empieza el perro se desespera y se rasca, se muerde o se frota con mucha fuerza.

“Con el roce constante la piel se enrojece y pueden producirse infecciones. Además, el pelo empieza a caerse en forma abundante”, dijo la veterinaria, Gina Bonilla.

La experta asegura que las alergias más comunes son producidas por parásitos externos. Tales como los piojos, las pulgas y las garrapatas. Las pulgas al picar al animal le inyectan una pequeñísima cantidad de saliva que los sensibiliza a la picazón, señala Bonilla.

Al igual que con las personas, la mascota puede desencadenar una alergia al inhalar sustancias que se encuentran en su entorno. Por ejemplo, al polen de las flores, el polvo o el moho.

Según el veterinario Luis Martínez, del Centro Médico Veterinario Martínez & Vargas, los hábitos de alimentación también influyen mucho de forma negativa en las mascotas. “Algunas comidas tienen proteínas que afectan el organismo y provocan salpullido, vómito y diarrea ”, afirmó Martínez.

Otro aspecto que se debe tomar en cuenta a la hora de investigar la causa de la alergia, es el contacto físico con algunas sustancias químicas, entre ellas los insecticidas o pinturas.

En estos casos, el perrito puede presentar la piel lastimada, reseca y como quemada. Cuando eso sucede, recalca el médico Martínez, hay que tener cuidado con las cremas, el champú o el jabón que se le aplique al animal. De lo contrario la lesión puede empeorar.