Lázaro Malvarez
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Apenas se dio el banderazo de salida, las cerca de 13 mil entradas para el combate entre Oscar De La Hoya y Manny Pacquiao se vendieron como pan caliente, pero los boxeadores siguen a la caza de los millones de televidentes, que les llenen los bolsillos el 6 de diciembre.

Para algunos, Oscar De La Hoya, titular olímpico de Barcelona 92 y diez veces campeón mundial, escogió un camino fácil ante el filipino Pacquiao, que es un peso mosca inflado hasta llegar a la división welter (147 libras). De la Hoya, con marca de 39 éxitos y 5 fracasos, vaticinó un nocaut y también dejó entrever que regresaría al cuadrilátero dos veces en el 2009, olvidando sus reiteradas promesas de retiro.

Pero Pac-man, como le dicen al filipino, no es pan comido ni mucho menos y, aunque su temperamento asiático le hace parecer tímido, asombra tanto por su récord de 47 triunfos, tres reveses y dos empates, como por los 35 nocaut propinados y el hecho de haber ganado 23 de sus 24 últimas reyertas y ostentar cinco títulos en divisiones diferentes.

A sus 29 años, es considerado el “Enemigo número 1 de la República Mexicana”, pues desde el 2003 ha destrozado a Erik Morales, Marco Antonio Barrera, David Díaz, Juan Manuel Márquez, Oscar Larios y otros.

Los seguidores de Pacquiao afirman que De La Hoya será el próximo en la lista; los detractores del “Niño Dorado” van más allá al asegurar que le falta lo que les sobra a los mexicanos. Los amantes del deporte creen que será una buena y millonaria pelea entre el más popular de los boxeadores (De La Hoya) y el mejor libra por libra del mundo (Pacquiao).