Franklin Arroyo GOnzález
farroyo@aldia.co.cr

Cachí, Paraíso de Cartago. El sol pegaba con fuerza. Muchachas con sombrillas, caballeros con cámaras, niños, aromas finos. Montañas al frente y detrás de la casa de Xinia Roque. Un hormigueo sacudía Cachí de Paraíso.

Era el Domingo de Ramos y la tradición de ese distrito dicta que la comunidad de Mercado acogería la procesión de apertura de la Semana Mayor.

Se rotarán todos los días de la semana por las diferentes comunidades, excepto el Viernes Santo, con recorrido fijo alrededor de del distrito, según Óscar Segura, coordinador de las actividades religiosas de la localidad.

Segura dijo que la imagen de Jesús haría el recorrido, pero salió un Nazareno de carne y hueso, con una peluca que no ayudó a proyectar una imagen de más alegría, más acorde al motivo, y además sin burro, en la dramatización de la entrada triunfal del hijo de Dios a Jerusalén.

Mojaditos

La Eucuristía se inició en la casa en mención con la absolución de los pecados.

El calor seguía pegando con fuerza, mientras más vecinos se aglomeraban en la vivienda. Los apóstoles, el Nazareno y su peluca no muy cristiana, y las palmas alegraban el ambiente para que al ser las 10:15 a.m. comenzara el recorrido hasta la iglesia católica, a unos 400 metros.

Antes de la marcha, todos sentían un salpicón de agua bendita, que el padre Luis Arce daba a todo el mundo, con una rama de pino (o algo parecido). El pueblo estaba listo para la caminata.

“Muchos que nunca van a misa, se acercan a la Iglesia en esta Semana, por eso, se ve tanta gente”, confesó Leda Solano, una de las asistentes a la procesión.

¿Y el burro?

Pero en realidad no estaba todo el pueblo. Había una mejenga en la plaza, con dos equipos debidamente uniformados, había gente en las casas, saludando el paso triunfal de Jesús, había gente que ni siquiera acudió al llamado de Dios.

Había vecinos viendo tele, durmiendo, limpiando o cocinando... como en todas las comunidades. Y faltó el burro, el que monta Jesús, faltaron niños - ángeles, alguna carroza... más pueblo.

Pero hubo alegría y fervor. Hubo respeto, tradición y un día esplendoroso, con una cimarrona que a la vanguardia, a ritmo muy cristiano, anunciaba el paso de la procesión.

Fue muy sencilla, sin grandes pretensiones... quizás hecha para unir al pueblo y transmitir a los pequeñines, que abundaron, la tradición del pueblo, la tradición de la Semana Santa, el compromiso de respetar las cosas de Dios y no tanto por deslumbrar.

Mucha fe

ÓscarSegura, Org. Procesión.

La tradición de rotar procesiones integra la comunidad. El Viernes Santo mantiene un recorrido que no cambia”.

VivianaSolano, Ama de casa

La comunidad se integra mucho con las procesiones. La Semana Santa es un tiempo de reflexión y esperanza”.

Rodrigo Cambronero, Mensajero

Soy de Zapote, mi hijo vive aquí con mi nuera y me invitaron a almorzar. Me parece una procesión muy bonita”.

LedaSolano, Ama de casa

Me gustan más las procesiones con actores, son más reales. Pero quien represente un personaje, debe tener fe”.