Juan Diego Villarreal
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¿En esta vida se corre?

La vida es una carrera. Uno a veces va adelante y en otras atrás y también se sufren tropiezos. Se debe tener energía y debe renovarse para ir adelante. Te enseña que no hay que salir siempre adelante, sino llevar un buen ritmo para cumplir las metas.

¿Y qué es un mal paso?

Es un aprendizaje. En la vida no existen fracasos, solo que en el proceso hay que aprovecharlos para mejorar.

¿Se corre más que en el pasado?

Sí, el tiempo psicológico es más corto, hoy se corre más.

¿Qué cambiaría actualmente de este país?

Costa Rica es un gran país. Cuando uno vive afuera y lo compara se da cuenta. Lo único que debe existir es un poquito más de justicia social.

¿Qué le dice la carrera San Silvestre?

Es sinónimo de Rafael Ángel Pérez.

¿Alguna vez pensó que el atletismo no era su deporte?

Empecé siendo futbolista, quería ser portero de la Liga o Saprissa, pero descubrí que era mejor corredor.

¿Fue por gusto que dejó el fútbol o era mejor atleta?

Era un buen atleta, pero un mal portero. Una vez jugando en La Sabana me hicieron un remate de larga distancia, el viento se llevó la pelota y me anotaron un gol. Entonces el entrenador me dijo: “Pérez vaya corra, no sirve para portero”. Me hizo un gran bien aunque algunos decían que yo era bueno, pero fue una oportunidad para cambiar de deporte.

¿Como educador qué mejoraría de la educación tica?

Indudablemente necesita mejorarse con reformas profundas. Sobre todo la educación secundaria. A los jóvenes los estamos haciendo perder el tiempo, los estamos engañando, cada joven debe explorar para qué es bueno y no lo estamos haciendo así.

¿Todavía se pone las tenis y va a correr?

Cinco veces por semana salgo a caminar o hacer trotes, trato de mantenerme en forma.

¿Recuerda de qué marca fueron sus primeras tenis?

Unas Bilsa que tenían una suela grande. Empecé con ellas mi primera carrera en Santa Ana, pero a media competencia tuve que quitármelas porque me estaban quemando. Al final corrí descalzo y gané.

¿Corrió descalzo?.

Sí, en mi juventud lo hice y hasta que ingresé al colegio.

¿Un recuerdo de infancia?

Fue una maravilla. Fui pionero corriendo en las madrugadas por aquellos caminos y por eso algunas personas decían que no estaba bien de la cabeza.

¿Su mayor triunfo como deportista?

Algunos dicen que haber ganado la carrera de San Silvestre en Brasil en 1974. O las de Coamo en Puerto Rico en 1971 y 1976, pero yo me quedo con mi marca en los 10 mil metros en Tenesee, Estados Unidos, de 28:48, la cual todavía es récord nacional desde 1972 y siento fue mi mejor desarrollo técnico.