Carlos Láscarez
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Río Cuarto, Grecia.- Reynaldo Pérez y Nidia Borges no pierden la esperanza de hallar los cuerpos de su hija Idanya Pérez, de 21 años, de su yerno Norlan Flores, de 23, y el de su nieta Hania Flores, de año y medio, sepultados por un terraplén en Cinchona.

Las malas condiciones climatológicas impidieron ayer a los cuerpos de socorro subir a la zona para tratar de recuperar a los desaparecidos.

Además de ellos tres, la lista oficial de desaparecidos del OIJ la conforman Jonathan Bolaños, Rafael Murillo y Adolfo Segura, reportados como tales en Cinchona; y José Baldelomar, a quien buscan en La Virgen de Sarapiquí, Heredia.

Perdieron todo

Reynaldo y Nidia no solo perdieron a sus seres queridos, también se quedaron sin el fruto de lo conseguido durante ocho años de trabajo.

“Ellos eran alegres y le servían al Señor. La bebé era superapegada, y en las noches siempre los recordamos”, dijo Borges.

La Navidad pasada departieron con otras familias de la comunidad de Cinchona.

El padre de Idanya aseguró ayer que se enteró de la tragedia cuando estaba en Peñas Blancas, tras pasar unos días de vacaciones en Nicaragua.

“Para mí fue más difícil, ya que el 19 de diciembre me había ido para Matagalpa y no pude despedirme de ellos. Nunca imaginé que había pasado algo tan grande” recordó.

Entre los planes que tenían a corto plazo los cónyuges estaba el pasarse a una nueva casa. Idanya soñaba con trabajar en la fábrica El Ángel y de paso ingresar a alguna academia a estudiar belleza. Ambos progenitores aseguran que en ocasiones, y con el paso de las horas, han sentido que desfallecen, pero que la fe los ha mantenido unidos.