Edgar Fonseca, director de Al Día
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Vulnerable a inundaciones, tormentas, depresiones tropicales, huracanes y terremotos.

Un país, este nuestro, bastante frágil frente a las arremetidas de la naturaleza que, por la mano bendita de Dios, ha sido tratado con bastante más benevolencia que nuestros vecinos, a lo largo de su historia.

Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y México, escenarios de gravísimos golpes sísmicos y meteorológicos. Cuba acaba de ser devastada por oleadas de huracanes. Ojalá nada de eso acontezca acá.

Pero el cuerazo de Cinchona pone en evidencia la necesidad de que el país cuente con un sistema de defensa civil sólido.

Las tareas ingentes de la Comisión Nacional de Emergencias tocan la frontera de la impotencia cuando quedan a merced de rapaces operadores aéreos privados, o de la buena voluntad de naciones amigas, para emprender acciones urgentes y decisivas de rastreo, exploración y auxilio inmediato.

Damos gracias a los marines norteamericanos y a los intrépidos pilotos colombianos que llegaron prestos a las tareas de salvamento. Pero es responsabilidad del Estado contar con un comando de defensa civil prominente y con recursos; preparado para responder con solvencia a toda desgracia, como la de estas horas.

Inventario. Pareciera que las principales obras de infraestructura urbanas resistieron el embate del sacudón del jueves 8; pero ¿tiene alguien el inventario general de esos efectos?

Pacto de los montes- Alemán, el Alí Babá de la hermana nación norteña, fue favorecido con un sobreseimiento por un mamarracho de Corte Suprema, gracias a su pacto con Ortega… quien sigue libre.