Erick Carvajal M.
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Jeaidelin Picado, de 5 años, y Pablo Villalobos, de 2, se hicieron amigos en el albergue de Laguna de Fraijanes y jugaban ayer en medio de las tiendas de campaña, alejados de la desesperación de sus padres porque les den una solución a la situación que viven.

“Me falta un mes para mejorarme. Es difícil estar aquí y dormir en un piso tan duro. No hay nada como la casa”, dijo Margie Morales, madre de Jeaidelin.

Carla Murillo, encargada del albergue, comentó que muchas familias le preguntan: “¿Qué va a pasar con nosotros?”

“Están desesperados, quieren regresar a sus casas, pero muchas están en una zona peligrosa”; comentó Murillo.

La Comisión Nacional de Emergencias comenzará a reubicar a aquellas cuyos hogares están bien estructuralmente.

Luego de inspeccionar 1.087 viviendas, 664 presentan daños parciales y 423 son pérdida total.

También buscan que otras familias se ubiquen en viviendas de alquiler o donde parientes. A estas personas se les dará un subsidio económico del Imas.

Ayer no parecía un domingo de descanso en los albergues. Muchos voluntarios fueron a trabajar y dar un poco de consuelo. “Es duro ver lo que están pasando estas personas”, comentó Gabriel Chinchilla, de Coopemontecillos.