Alejandro Arley Vargas
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¿Se imagina que su carro ande por la calle con el combustible que salió del aceite usado para freír papas fritas o pollo?

La empresa Energías Biodegrables, en Ochomogo de Cartago, lo hace posible. Compran en restaurantes el aceite usado y le dan otra utilidad.

Eladio Madriz, gerente de la compañía, comentó que también utilizan aceite de soya, de pescado y plantas como palma, higuerilla, y jatrofa.

“Esa es la materia prima para nosotros. Mediante procesos químicos la convertimos en biodiésel, desmoldante para construcción, desengrasantes y aceite agrícola”, explicó Madriz.

Energías Biodegradables vende sus productos a 50 empresas, entre ellas el Consorcio Operativo del Este, que da servicios de autobuses en San José.

Según Madriz, la ventaja del biodiésel es que se puede mezclar con el diésel que normalmente se usa para los vehículos.

Ecológico

El gerente de la compañía resaltó que el biodiésel contamina un 98 por ciento menos que el combustible ordinario, es biodegradable, no produce humo y prolonga el uso del motor.

La empresa tiene solo cuatro personas pues el proceso es automatizado.

Laura Madriz, hija del gerente es biotecnóloga y fue quien impulsó la idea de producir biodiésel hace cuatro años.