Antonio Alfaro
Enviado
analfaro@aldia.co.cr

Dime cómo manejas y te diré en qué país estás…

Si en Costa Rica más de uno intenta un viraje en “U” con disimulo, agazapadamente, a lo tico, en Honduras predomina un “¡quítate que voy!”. Este sería el paraíso de los amantes del cambio de carril, del pitazo, de la prudente imprudencia que los catrachos parecen controlar. Incluso juraría que dominan la casi escasa presencia de señales de alto y semáforos en algunos sectores de Tegucigalpa. Todos parecen saber cuando “mandarse”, cuando esperar, cuando dar campo.

Casi nadie utiliza las luces direccionales. El pito parece más útil (más vale tenerlo en buen estado), según nos explicó un taxista. Nos dio un curso intensivo, primero práctico, cuando intentó meterse en una vía, y el resto teórico, en los escasos diez minutos que duró nuestro viaje sin “maría”.