Rodolfo MARTÍN
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Liberia, Guanacaste. - Ser creativos, forjar encadenamientos productivos de pequeños y grandes negocios y sacar lo mejor del ingenio, es lo que miles de guanacastecos se proponen para enfrentar las dificultades económicas que se sienten en la provincia.

Una obstensible baja en la afluencia de turistas – ocasionada por la crisis que golpea en Estados Unidos, Europa y Asia– preocupa a familias enteras que dependen de sus trabajos.

Desempleo en hoteles, restaurantes, sodas, agencias de alquiler de autos y hasta como maleteros en el aeropuerto internacional Daniel Oduber, es una realidad en Guanacaste, reconoció Carlos Marín, alcalde de Liberia.

La recesión se palpa en la paralización de grandes proyectos inmobiliarios y la pérdida de empleos en el sector de la construcción y en la venta de servicios.

“En enero del año pasado recaudamos ¢13 millones por concepto de permisos de construcción. El mes pasado solo recibimos ¢1,9 millones”, reveló Alexánder Gutiérrez, alcalde de Santa Cruz, uno de los cantones que experimentaba el mayor crecimiento turístico.

Despidos

Lo que más preocupa es la ola de desempleo que viene.

“He hablado con los empresarios de la costa y el recorte de personal ya comenzó”, expresó.

Marín echa un vistazo a lo que tenían antes y no duda en manifestar su preocupación. “Hoy queda muy poco o casi nada de aquel auge de hace tres y cuatro años. Ahora, hay varios grandes proyectos, como uno en Papagayo, que están paralizados. En uno de ellos despidieron 200 personas”, sostuvo.

La contracción no sólo afecta a los dueños de los megaproyectos. También a los micros, pequeños y medianos empresarios, hoy endeudados porque aceptaron el reto de incursionar en el turismo.

“Hay gente que sacó créditos millonarios para ampliar sus casas y construir uno o dos apartamentos con la idea de alquilárselo a los empleados de las grandes compañías enviados a Liberia para supervisar sus proyectos. Otros, construyeron cabinas, pequeñas sodas o restaurantes o, se endeudaron para comprar microbuses o taxis y trabajar en la recepción de turismo”, dijo.

Ahora, no se quitan de sus espaldas a los acreedores.

Obras paralizadas

“El auge de los años pasados disparó los precios de las propiedades. Si usted compró caro, ahora no quiere vender barato. La gente añora con recuperar parte de la inversión para que, por lo menos, le quede el decir: hice un mal negocio”, comentó Marín.

Carlos Cantillo, alcalde de Carrillo, ve con preocupación la paralización de proyectos importantes, como uno de $800 mil en Playa Hermosa.

“La crisis incide de manera directa en el desempleo. Desde hace cuatro meses nuestro cantón no es el mismo. En la actualidad detectamos una baja del 40 por ciento en la tramitación de permisos de construcción”, aseguró.

En Nicoya, el panorama no es diferente porque en Sámara, por ejemplo, el avance del desarrollo turístico experimenta una merma del 50 por ciento, precisó su alcalde, Eduardo Gutiérrez.

En el negocio de los bienes raíces, los inversionistas están vendiendo sus propiedades.

Marín, el alcalde liberiano, reconoció que las últimas medidas adoptadas por el Gobierno para mitigar la crisis, sobre todo con respaldo al pequeño y mediano empresario, resultan oportunas.

“Sin embargo, tenemos que sentarnos a conversar (los alcaldes guanacastecos) porque esto nos está golpeando duro y nos va a golpear todavía más”, advirtió.

Dora Zeledón, directora ejecutiva de la Cámara Liberiana de Turismo, reflexionó y dijo: “¡nos comimos lo que no teníamos! No contábamos con suficientes reservas para enfrentar esta situación”.

La falta de liquidez de los empresarios es tal que, algunos afiliados a la cámara no pueden pagar su membresía, agregó.

“Hoy, más que nunca,debemos ser creativos y pensar en encadenamientos, así como otras medidas para tratar de subsistir”, afirmó.

Menos plata

Rónald Alvarez.

Rónald Alvarez, Taxista

Hay aerolíneas que cancelaron vuelos. Las entradas que hoy nos dejan los turistas apenas cubre la mitad de antes”.

Margarita Alanis, comerciante

Llega muy pocos turistas y el promedio viene con los gastos incluidos. El dinero para gastar casi que es mínimo”.

Ariel Pérez, Maletero

Nuestros ingresos, con relación a otros años, bajaron casi a la mitad porque hay una baja en la llegada de turistas”.