Alexander Aguilar, enviado
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La Selección Nacional entrenó ayer en otro escenario de primer nivel. Lo hizo en el histórico Cotton Bowl de Dallas, donde se disputaron seis partidos emocionantes de la Copa del Mundo de Estados Unidos, en el año 94.

Ahí se jugaron en aquella lejana ocasión los choques de primera fase entre España – Corea del Sur (2-2), Corea del Sur – Alemania (2-3), Nigeria – Bulgaria (3-0) y Bulgaria – Argentina (2-0). En octavos de final se habían topado Arabia Saudita – Suecia (1-3) y en cuartos chocaron Brasil – Holanda (3-2), juego que había sido dirigido por el árbitro tico Rodrigo Badilla.

El hermoso escenario tiene capacidad para 68.000 personas y ciertamente luce un poco viejo, si se compara con otros reductos deportivos de este país, donde en un abrir y cerrar de ojos botan y levantan estadios como si nada.

La gramilla, eso sí, está impecable. Luce en excelentes condiciones y no hay cancha en la Primera División de Costa Rica que luzca ni parecido. Por eso los jugadores ticos se deleitaron ayer.