Franklin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

Los problemas para dar vuelto que sufre Andrés Salgado, conductor de bus de San Carlos, o del taxista josefino Armando Rodríguez, no deberían darse, según el Banco Central.

Ayer, anunció que hay suficientes monedas de ¢5,¢10,¢25,¢50,¢100 y ¢500 en las calles. Incluso, advirtió que no hay razón para que los supermercados, pulperías, autobuses, peajes o comercio no entreguen los vueltos correctamente. Y hasta pidió denuncias por escrito.

Pero los usuarios cuentan otra historia al enfrentar la escasez de monedas y algunos negocios, más sensibles, deben correr, sobre todo para dar vueltos.

“Por la falta de monedas, he tenido que viajar hasta el centro de Puntarenas para conseguir y poder dar vueltos”, manifestó Blanquita Zeledón, de San Miguel de Barranca, dueña de una soda.

Las dificultades parecen estar en todo el país. En Alajuela, Raiza Sarduy, dueña del abastecedor Cuatro Hermanas se ve obligada a redondear los vueltos.

“Tengo muchos problemas con el menudo, no me gusta redondear a mi favor, ya que los clientes, luego, hablan. Por eso, prefiero perder un poco, si no tengo cambio”, dijo. Algunos usuarios indicaron que las máquinas tragamonedas son responsables de que por épocas falte el “menudo”, entre ellos el comerciante Johnny Cordero, con un tramo en San José centro.

En Limón, Rodrigo Rodríguez dijo estar de acuerdo con esa afirmación, pues explicó que están en manos de comerciantes para jugarlas en dichas máquinas.

La otra cara

El Banco Central de Costa Rica aseguró que ha introducido 136,1 millones de monedas en el último año y, para diciembre próximo, pretende que estén colocadas 772,2 millones.

Esas son adicionales a las 669,9 millones que circulaban a julio del 2008, según Marvin Alvarado, director del Departamento de Tesorería del Banco.

Añadió que parte del problema es el desconocimiento de las personas acerca de que esa entidad posee monedas y las traspasa a los respectivos bancos para que sean retiradas.

Explicó que existen el correo loboaw@bccr.fi.cr y el fax 2243-4565 disponibles para denuncias o por cualquier inconveniente que se le presente al usuario a la hora de pedir la solicitud de cambios de monedas, en agencias o sucursales bancarias.

* Colaboradores Edgar Chinchilla, Mariela Hidalgo, Róger Amoretty y Rolando Avilés.

¿Dónde están?

RobertoTrinidad, Limón.

A veces tengo que dejar el producto hasta con ¢50 menos porque no hay cambio. Está muy escasa la moneda”.

JeanethAlvarado, San Carlos.

Entre los que tenemos tramos, nos intercambiamos monedas. Hacen falta de ¢50, ¢100 y de ¢500”.

ErickChavarría, Alajuela.

Ha sido un gran problema, los bancos. en ocasiones, cobran comisión. A veces damos confites por la diferencia”.

AntonioMugarra, Puntarenas.

La moneda que más nos hace falta es la de ¢5. Para nosotros es un problema. Ahora no tengo ni una”.

El Banco Central anunció que en el 2010 habrá dos nuevos billetes: uno de ¢20 mil de color anaranjado y otro de ¢50 mil, morado.

Marvin Alvarado expresó que la vida útil promedio de un billete de mucha circulación, como los de ¢1.000, es de entre un año y año y medio, cuando mucho.

“Entre más alta la denominación, más dura el billete porque circula menos. El de ¢1.000, uno estima que en un año y año y medio se deteriora porque la humedad en Costa Rica es muy alta, el papel es de algodón y está muy expuesto. Las otras denominaciones durarán dos años”, explicó.

Dijo que, por el momento, no sacarán de circulación ningún billete. “Se hará de acuerdo con las necesidades, por ahora tenemos un inventario de billetes actuales y no se hace necesario sacarlos del mercado”.

En cuanto a las monedas, detalló que saldrán de circulación las de ¢5, ¢10 y ¢20 viejas, pues tienden a confundir, por su tamaño, a la población, sobre todo a la invidente.

“Una moneda puede durar hasta ocho años”, dijo Alvarado.