Erick Carvajal M.
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Dos jóvenes costarricenses fueron rescatadas por las autoridades mexicanas en la ciudad de Mérida, Yucatán, cuando, al parecer, estaban retenidas contra su voluntad y eran obligadas a prostituirse, informó ayer el “Diario de Yucatán”.

Las jóvenes, una de apellido Canales y de 25 años, y otra de apellido Chaves de 22, tenían un mes de estar secuestradas en una casa ubicada en la calle 15 de la colonia Prado Norte.

Una mujer de apellido Casanova fue detenida ya que, al parecer, era quien cuidaba que las costarricenses no se escaparan de su encierro.

Sin embargo, la Policía trata de dar con el paradero de otra mujer de apellido González, que, según las ticas, es la que controla la red de prostitución que sirve a políticos, deportistas y empresarios en ese estado mexicano.

A las ticas solo se les permitía salir para sostener relaciones sexuales por órdenes de González.

Según informó el diario mexicano, las costarricenses habrían viajado a ese país para hacer trabajos de modelaje, pero fueron secuestradas por la red para prostituirlas.

El padre de una de las costarricenses indicó ayer que están realizando una investigación para saber qué paso, pero no dio mayores detalles.

Como parte de las investigaciones, el Ministerio Público mexicano detuvo ayer por la mañana al jefe de Migración de Yucatán, quien, al parecer, recibía $15 mil mensuales para encubrir a quienes explotaban a las mujeres.

El funcionario, identificado con el apellido Vega, fue puesto en libertad, pero en calidad de indiciado, ya que se le involucra en los delitos de lenocinio (proxenetismo) y trata de blancas, informó el “Diario de Yucatán” en su página web. Vega indicó que todo es un “show” político.