Iron Maiden exitoso - Farándula - AlDia.cr - Diario de Costa Rica, Centroamérica

Iron Maiden se adueñó del escenario a las 9 p.m. El público gritó al unísono de la emoción. Fotos. Esteban Dato y Manuel Vega.
Cecilia Jiménez hizo plata vendiendo tempranito gallo pinto, café y gallitos.
Unos 40 guatemaltecos calentaron el ambiente, en la mañana. Llegaron el lunes.
Las puertas se abrieron hasta las 3:35 p.m. y no a las 3 p.m. Hubo desesperación.
La telonera fue Lauren Harris. Ella cautivó con su belleza, no así por su música.
El público no llenó, pero eso no importó. Los que llegaron fueron suficientes.

No hay buenas segundas partes, pero Iron Maiden mandó al carajo esta afirmación, ya que anoche ofreció un espectáculo de primera línea que encantó a los fanáticos que acudieron al estadio Alejandro Morera Soto.

Los ingleses demostraron que son los favoritos de los ticos y más allá. Ellos hicieron suyo el escenario a las 9 p.m.

Su vocalista Bruce Dickinson rompió la larga espera con la canción “Aces high” vestido como un francotirador.

El público no fue el mismo que el visto hace un año y cinco días, al menos en cantidad, porque la gramilla lució a un 50 por ciento.

En el 2008 el estadio Saprissa contó con un lleno total.

No obstante, los que llegaron hicieron que el recinto manudo retumbara con sus gritos enardecidos por la emoción.

“Grita por mí Costa Rica, grita por mí Costa Rica”, dijo Dickinson y añadió: “Bienvenidos amigos, para nosotros es un placer regresar con ustedes”.

La fanaticada no pudo más que rendirse ante aquellas palabras.

“Hemos estado en Nueva York y México, pero ningún público de ningún país es tan bueno como el de Costa Rica”, aseguró el famoso intérprete.

Tras semejante piropo, él siguió con la canciones. Una de ellas fue “2 minutes to midnight”, la cual fue coreada de principio a fin por la gente.

Media hora antes de que la banda saliera a escena la hija de Steve Harris, Lauren Harris, interpretó temas de su primer y segundo álbum.

Aunque nadie conocía sus versiones respetaron su participación en el “show”.

Es increíble ver como la gente que esperó más de una semana afuera del estadio reaccionó ante Iron Maiden. Se veían frescos y llenos de energía, daban la impresión de haber dormido en un hotel de cinco estrellas.

El espectáculo fue casi una fotocopia de la anterior aunque mejoraron la parafernalia. El público fue heterogéneo. Había desde jovencitos hasta señores que pasaban los 50 años.

Lea mañana en la sección de Farándula todos los detalles de lo que ocurrió al finalizar el concierto de Iron Maiden.