Alejandro Arley, Erick Carvajal y Rodolfo Martín
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La exfugitiva tica Magdalena Pacheco --quien podría ser extraditada a Costa Rica, para que enfrente un juicio por presunta participación en el homicidio del empresario periodístico José Andrés Borrasé Taylor, ocurrido el 18 de noviembre de 1997-- tiene miedo de regresar al país.

Así lo manifestó vía telefónica Michael Orozco, abogado de Pacheco en Estados Unidos, quien agregó que la mujer, de 38 años, teme por su vida. El abogado de Pacheco acaba de apelar ese trámite en Estados Unidos.

La mirada de tristeza y el labio superior en forma de corazón, fueron dos características del rostro de la exfugitiva tica que le permitieron a la policía estadounidense su identificación cuando la detuvieron en Long Island, Nueva York, en abril del 2008.

El dictamen criminalístico del rostro, según información conocida por este diario, comparó una foto antigua de la mujer con otra tomada tras el arresto.

Concluyó, entre otras cosas, que las cejas de ambas imágenes de la mujer presentan una ligera recurva, a pesar de la diferencia de edad de las fotografías.

La Interpol pidió el estudio al OIJ para tener certeza de la identidad de la sospechosa, pues ella se identificaba como Verónica Girón y decía ser guatemalteca.

Por el homicidio de Borrasé, el Tribunal de Juicio de Cartago condenó a 25 años de prisión a Laureano Montero, vecino de Borrasé a quien le atribuyeron disparar en seis ocasiones contra el empresario de 48 años.

Montero está preso desde el 28 de noviembre de 1997 y en mayo próximo podría solicitar su libertad condicional, informó el Ministerio de Justicia.

Pacheco desapareció del país en enero de 1999, días antes de que se dictara sentencia por el crimen.

Disputa mortal

José Andrés Borrasé, casado, padre de tres hijos y socio del Diario Extra, era vecino de Laureano Montero, un joven informático de 29 años que laboraba para el ICE.

Un negocio entre ambos fue el detonante de uno de los crímenes más recordados en el país.

La noche del 18 de noviembre de 1997, tras haber concertado una cita, Borrasé llegó a la casa de Montero en Sabanilla de Montes de Oca, para tratar la venta de una propiedad.

Según la acusación de la Fiscalía, para ese encuentro, Montero se hizo acompañar por dos investigadores privados a quienes inculpó del homicidio durante el juicio que se realizó por el caso.

El Ministerio Público sostuvo que se dio un pleito en una habitación de la casa y que los agentes se fueron del lugar al darse cuenta de lo que ocurría.

La acusación indicó que Montero logró inmovilizar a Borrasé para luego subirlo a un vehículo que presuntamente condujo su pareja, Magdalena Pacheco, hasta la finca Los Tinoco en San Diego de Tres Ríos, donde ocurrió el asesinato.

El 21 de enero de 1999, el Tribunal de Juicio de Cartago afirmó, en la sentencia, que el crimen fue cometido por al menos tres personas: Montero, Pacheco y un hombre cuya identidad todavía es un misterio.

La jueza Rosaura Chinchilla, le dijo a Montero que él y la persona no identificada “golpearon a Borrasé con un palo o una regla en su cabeza, dejándolo inconsciente”. Chinchilla añadió que lo amordazaron y esposaron.

Según la Sala III de la Corte, se tuvo por “plenamente demostrado” que Laureano y el sujeto que lo acompañaba lanzaron a Borrasé Taylor boca abajo para que luego Montero “le dé cinco disparos de contacto por la espalda y uno por el cuello”.

En la solicitud de extradición de Magdalena Pacheco, emitida el 16 de abril del 2008 por el Tribunal de Cartago, se dice que la mujer es requerida por el delito de “homicidio calificado en grado de complicidad”.

La Fiscalía además de acusar a Pacheco de conducir el vehículo con que trasladaron a Borrasé, la señaló como la responsable de deshacerse de varias evidencias del crimen, entre ellas un arma.

También la acusan de cambiar las llantas y lavar el vehículo utilizado para el asesinato.

Amordazado y esposado

Los archivos del OIJ reseñan que la mañana del 19 de noviembre, Víctor Garro, capataz de la finca Los Tinoco, alertó por teléfono el hallazgo del cuerpo.

El OIJ detalló que Borrasé vestía un jeans azul, camisa de manga corta a rayas rojas y verdes y portaba solo un zapato tipo tenis en el pie derecho. Apareció con las manos y antebrazos sujetos por un juego de esposas y en la mano derecha tenía otras esposas reventadas.

En la barbilla y el cuello tenía un paño color rosado, tipo mordaza, que estaba cubierto por una cinta adhesiva gris plateada. “Además se determinó que presentaba cinco heridas por arma de fuego de un calibre pequeño”, sostuvo el OIJ.

La defensa de Magdalena Pacheco en Estados Unidos presentó el lunes pasado una nueva apelación en la corte del Distrito Federal de Nueva Jersey contra la solicitud de extradición.

Michael Orozco, abogado de Pacheco, dijo vía telefónica, que el documento se sustenta en supuestos fallos presentes en la solicitud de extradición. Orozco añadió que Pacheco tiene miedo de regresar al país e incluso teme por su vida.

La mujer se muestra esperanzada en lo que deparará la nueva apelación.

¿Qué opina que de que Laureano Montero pueda solicitar la libertad condicional este año?

Las leyes de Costa Rica son así. A él le dictaron una sentencia de 25 años, pero entiendo que por buen comportamiento se reduce la pena. Por supuesto que no me parece, pero nosotros no podemos hacer nada.

¿Qué opinan de Magdalena Pacheco?

Si una persona no teme nada, no se da a la fuga. Quiero que se cumpla lo que debe ser, que la sentencien aquí.

¿Se ha dicho que su esposo, en algún momento, amenazó a Laureano Montero y que a raíz de eso se dieron todos los hechos?

De ninguna manera. Mi esposo no iba a hacer un negocio, llegar solo a un apartamento donde lo iban a torturar y luego rematar en la finca de Los Tinoco.

¿No solo se destruyó una vida, sino una familia?

Toda la familia se ha visto afectada, es algo muy duro. Él era el sostén de es ta familia.