Alejandro Arley Vargas
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La crisis financiera que se vive hoy en día en el mundo y que afecta a países como Costa Rica, se enfrenta con trabajo.

Esa es la visión del astronauta costarricense Franklin Chang Díaz, quien asegura que los momentos difíciles, personales y sociales, en realidad son oportunidades de cambio.

Durante la presentación de su libro autobiográfico el miércoles pasado en el colegio La Salle, expresó que no se necesita ser alguien extraordinario “para hacer cosas extraordinarias”

El científico, creador del Laboratorio Ad Astra Rocket, conversó con Al Día el jueves pasado en el Hospital Cima San José, donde firmó ejemplares de su libro.

Hasta el ser humano que más veces ha ido al espacio tuvo tropiezos en la vida, ¿recuerda algunos?

Todo el tiempo. El colegio me costó mucho, no fui un estudiante modelo. Estudiaba más de la cuenta porque no me entraban las cosas fácilmente. Reprobé matemática, tenía una actitud diferente, era un tipo muy rebelde.

Y luego...

Después del colegio pensaba en cómo salir de Costa Rica para estudiar la carrera espacial y quién iba a financiar los estudios porque mi familia no tenía los recursos. Entonces llegó el tropiezo económico. Esto tuve que sobrellevarlo.

¿Cuántos años tenía cuando se fue a Estados Unidos?

18 años. Me fui con $50 (¢28.500 al tipo de cambio actual) en el bolsillo, no hablaba el idioma y tuve que repetir el último año de colegio. Tratar de conseguir una beca para entrar a la universidad fue difícil. En una no me aceptaron.

¿Cuál es? Porque ahora se deben estar jalando el pelo

(Ríe) No hay mal que por bien no venga. Me aceptó luego la universidad de Connecticut que era mejor y con muchas conexiones con la industria aeroespacial. Trabajé en un laboratorio de Física para ayudarme económicamente.

Ahora usted también es empresario, ¿cómo se puede enfrentar la crisis económica?

Uno siempre tiene que ver la parte positiva. Todo tiene un Yin y un Yang (lado bueno y lado malo). Está afectando a muchas familias el hecho de que no hay dinero para trabajo y que la gente esté desocupada. Eso es un problema muy serio. De ahí la necesidad de que el Gobierno intervenga con acciones muy concretas.

¿Qué puede hacer la gente?

Como costarricenses debemos trabajar en el problema como uno más de los que tenemos por resolver. No es diferente a otros.

¿Pasa mucho por la actitud?

No podemos hacernos un “puñito”, apagar la luz, quedarnos en la cama y decir que estamos muy tristes. Sí podemos preocuparnos pero no dejar de trabajar en el problema ni en resolverlo, porque no va a desaparecer por sí solo.

¿Cómo?

Toda crisis trae oportunidades de cambio y cosas nuevas. Tal vez a raíz de todas estas crisis podamos inventar algo nuevo para que Costa Rica se meta en un ámbito diferente. Dejar de ser un país tan dependiente de la parte turística y agrícola y entrar más en el ámbito tecnológico.