Ronald Cedeño, exárbitro
redaccion@aldia.co.cr

En términos generales tenemos que dividirnos en dos tiempos.

En la primera mitad del encuentro, Terry Vaughn lo manejó bien, aplicando bien la ley de la ventaja, atento a las jugadas.

Pero en el segundo tiempo él mismo lo complicó. Como se dice popularmente, se echó la soga al cuello con el penal que le sancionó a Roy Myrie sobre Pavel Pardo, ya que para mi criterio, jamás hubo fue falta, se equivocó. A partir de ese momento se vio temeroso, complaciente con los jugadores de la selección de México, no fue un buen arbitraje, apenas para salir, no estuvo a la altura.Además, para mí sí hubo penal en contra de Andy Furtado, hay contacto con lo que son los brazos del portero Guillermo Ochoa, aunque ahí le debió colaborar el asistente. La presión del público y la de los jugadores mexicanos le pesó.