Alejandro Arley
aarley@aldia.co.cr

Su reto es recuperar la condición física que tenía cuando era un oficial que andaba a pie por las calles josefinas, haciendo boletas a los vehículos o dirigiendo el tráfico.

Germán Marín, director de la Policía de Tránsito, confesó que las labores administrativas y de escritorio poco a poco fueron minando su constancia en los ejercicios.

“El puesto demanda mucha concentración y sacrificio. Cambié mis prioridades porque ahora uno se debe a todos los ciudadanos”, expresó.

Con 36 años, su reto es vencer a los kilitos de más y mantener una buena salud y apariencia física.

“Cuando ingresé a la Policía hace 16 años, pesaba 158 libras y hacía una hora diaria de bicicleta. Sin duda los tiempos han cambiado”, comentó sonriente.

Debido a su cargo de jefatura, un poco de vanidad no puede quedarse de lado.

Las constantes entrevistas para los noticiarios de televisión o reportajes en los diarios muestran su faceta más elegante.

Trajes enteros, camisas y corbatas, finamente escogidas por su esposa, le ayudan con la formalidad.

Retomar la bicicleta y las caminatas, así como vigilar la alimentación, son ahora sus mejores armas.

Pese a que hace un esfuerzo por alimentarse sanamente, hay un delicioso pecado que todavía le gana la batalla: la leche con galletas.

Mucho ojo

Comida

Come ensaladas y le gustan las barras de granola. Evita las gaseosas y comidas rápidas.

Líquido

Toma casi dos litros de agua al día.

Aromas

Usa colonia o lociones durante el día para mantenerse fresco.

Rostro

No le gusta usar bigote, pero no se rasura todos los días para evitar la irritación. Deja que crezca un poco y luego lo corta.

Vestimenta

Muchas veces viste su uniforme de oficial de Tránsito. Confiesa que su esposa es la mejor asesora de modas que tiene. Ella le ayuda a escoger camisas, corbatas y combinarlas, pues dice que no es muy diestro en esas tareas.