Erick Carvajal M.
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Turrubares.- La neblina se levantó a las 5:20 a.m., sobre el Grande de Tárcoles y los pobladores de El Barro, El Llano y La Laguna de Turrubares salieron para rehacer sus vidas: estudiar, trabajar y hasta comprar víveres.
Fue una madrugada distinta. Johnny Campos, vecino de La Laguna, se levantó a las 3:30 a.m. para llegar a tiempo a su trabajo en la empresa Taichint, en Orotina.
“Es duro pero ¿qué queda?, hay que pulsearla”, manifestó.
La panga Lobo II es el único medio para cruzar el río. “Necesitan una solución”, dijo Leonidas Lobo, quien ofrece el servicio y cobra ¢500 por cruzar.
Además de pagar la panga, deben cancelar ¢1.500 en taxi para llegar al centro de Orotina.
Ramón Mora Díaz, vecino de El Barro, se levantó a las 4:30 a.m., para ir a trabajar en el Colegio de Orotina.
“Prefiero cruzar la bicicleta en la panga para subir la cuesta. Luego me voy en moto. Si voy por Atenas tardo dos horas”, explicó.
Ayer, maquinaria pesada removió la vieja estructura para iniciar con la colocación de una base y poner el puente nuevo.
“Se puso la maquinara para ayudar a la comunidad y hacer el relleno para el nuevo puente. No estamos cobrando nada”, dijo Róger Núñez, de la Constructora Hernán Solís.
El viceministro de Obras Públicas, Pedro Castro, anunció que en dos días colocarán un paso peatonal para que los vecinos puedan cruzar caminando al otro lado del río y hacer trasbordo.
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