Franlin Arroyo González
farroyo@aldia.co.cr

         

La menor de 11 años que el pasado 3 de agosto se disparó al pecho podría no tener secuelas a nivel físico y llevar una vida normal.

Así lo ratificó ayer el director del Hospital Nacional de Niños, Rodolfo Hernández, quien indicó que la pequeña ha evolucionado satisfactoriamente.

La niña se disparó luego de discutir con su madre, en su casa en el barrio San José de Alajuela. El arma pertenece al padre.

Lo que no pudo evitar la menor fue la pérdida de su pulmón izquierdo, el cual fue extirpado el miércoles 4 de agosto.

Esto conlleva cuidados extremos, como la prohibición para fumar o rígidas medidas para no contraer gripes.

Herna´ndez comentó que la pequeña está consciente y orientada, además toleró la alimentación oral. Sigue en Cirugías 2.

También recibe tratamiento y está sometida a apoyo psicológico, junto a su familia.

“No sabemos cuando puede retomar su vida normal. Ni siquiera sabemos cuando la vamos a dar de alta”, dijo Hernández.

Autoridades del Hospital de Niños, Ministerio de Seguridad y Patronato Nacional de la Infancia (PANI) hicieron un llamado el pasado viernes para poner freno a las lesiones con balas en los infantes. Pero al día siguiente, una niña recibió un balazo en su brazo cuando un guarda disparó accidentalmente su arma, en Poás de Alajuela.

Escalofriante

Cuatro menores de edad han sido atendidos en el Hospital Nacional de Niños, por heridas con armas de fuego. Otra niña fue herida el sábado de un balazo en el brazo.

Si usted tiene armas en la casa, recuerde que debe guardarla con llave, sin balas y con el seguro puesto.

Es preferible que los hijos no conozcan donde oculta las armas.

En la última década, el número de ingresos de heridos con armas de fuego en el Hospital Nacional de Niños aumentaron en 500 por ciento.

26 familias han decidido, a raíz de los hechos de violencia, destruir o iniciar el trámite para deshacerse de las armas.