Miguel Calderón y Mario Guevara, colaborador
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Montes de oca. - La iglesia católica de San Pedro fue el escenario ayer de una emotiva y dolorosa despedida a Carlos Amador Jarquín, de 69 años, conductor aplastado el pasado viernes por un trailer en la carretera a Guápiles.

Los funerales se realizaron a las 9 a.m. en medio de decenas de presentes que lo recordaron como una gran persona.

Carlos Amador, hijo único del fallecido, recordó, entre lágrimas, que la última vez que compartió con su padre fue el jueves anterior. “Fuimos al entrenamiento del Juvenil de Santos de Guápiles (donde juega actualmente) y me dijo que me cuidara, que hiciera todo lo posible para triunfar en la vida”, expresó.

Ese mismo día, al acostarse, le dio un beso en la frente y se marchó, sin saber que nunca más lo volvería a ver con vida.

Años de esfuerzo

Luis Amador, hermano de la víctima, contó que Carlos nació en Pococí, fue el tercero de seis hermanos y emigró a los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades. “Trabajó en varios empleos. Desde lavaplatos hasta en una fábrica de piezas de avión”. Después de 30 años de trabajo, regresó al país donde se casó con el amor de su vida, Victoria Morales, y tuvo a su hijo Carlos Enrique. “Desde eso pasaron 15 años (la edad de su hijo) y nunca se separaron”, dijo Amador.

Carlos era también una persona muy colaboradora. “Hace muchos años donó la primera bomba extintora de los bomberos de Siquirres.

El chofer del trailer, identificado como Eduardo José Morales, permanece delicado en el hospital Calderón Guardia.

Muy dolidos

Carlos Amador Jr., Hijo.

Una de las enseñanzas que me dejó mi padre fue que luchara siempre por mis sueños. Me siento destrozado”.

Luis Amador, Hermano.

Carlos era el alma de la fiesta. Siempre organizaba las fiestas y contaba chistes. De los seis hermanos, era el más alegre”.