Miércoles 18 de agosto de 2010, San José, Costa Rica
Nacionales | Vehículo perdió el control y cayó a precipicio de 75 metros / Galería de fotos del accidente
General Cañas: en segundos fue trampa mortal
Mueren madre y bebé de año y medio arrollados por bus/ 39 pasajeros heridos
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    La gran cantidad de barro en el lugar dificultó las labores de rescate. Foto: Miguel Calderón.
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    Tránsito cerró la autopista desde el hotel Corobicí hasta el cruce del aeropuerto de Alajuela. R. Cruz.
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    La atención y soporte que brindó la Cruz Roja fue fundamental para estabilizar pacientes. A. Otárola.
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    Oficiales de Fuerza Pública y Bomberos ayudaron a subir a los pasajeros golpeados. Miguel Calderón.
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    Los cuerpos de las víctimas quedaron a la mitad del trágico trayecto que recorrió el bus. M. Calderón.
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    Jenny Álvarez regresaba del supermercado. Salvó a dos menores, pero no a su hijo. A. Otárola.
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    Gran parte del bus se alojó dentro del río. Para su levantamiento se ocuparon varias grúas. R. Pacheco.

Miguel Calderón Suárez y Franklin Arroyo González
miguel.calderon @aldia.co.cr

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“Escuché el ‘bombazo’, primero vi un camión de carga que empezó a dar vueltas, escuché como que se llevaba las matas. Me asusté mucho, luego observé a la muchacha y al niño muertos. Ella estaba semidesnuda y el chiquito no tenía su cabeza”.

Así describió el fatal accidente Antonio Guerrero Piedra, un menor que minutos antes había saludado a una madre y a su bebé de año y medio, y que después los vio morir bajo las llantas de un autobús de la empresa Tuasa.

El hecho ocurrió ayer a las 12:05 p.m., a 500 metros de la Nissan, en el sentido San José-Alajuela, sobre la General Cañas.

Las víctimas fueron identificadas como Jenny de los Ángeles Álvarez Venegas, de 25 años y su bebé Sebastián Delgado Álvarez.

César Quirós, director de la Policía de Tránsito, explicó que la tragedia sobrevino cuando un camión del grupo Constenla –conducido por un hombre apellidado Garro– se dirigía hacia Alajuela, frenó de repente e invadió el carril en el que venía el autobús de transporte público, en el mismo sentido.

Producto de eso, el bus chocó al camión por detrás, perdió el control, se salió de la autopista, destrozó una baranda y cayó al cauce del río Torres.

Agregó que en el momento en el que el bus –manejado por un nicaragüense identificado como Jairo Rodríguez Tellez– se salió de la carretera, embistió y arrastró unos 30 metros a la muchacha y a su bebé, quienes caminaban por la vía junto a dos menores más, que salieron ilesos luego de ser empujados por la mujer, quien les salvó la vida. Madre e hijo quedaron en el camino y murieron de forma instantánea, mientras los otros niños (hermano y sobrino de Jenny) veían como ella y Sebastián era golpeados.

El bus siguió su trayecto hasta el fondo del guindo y terminó incrustado entre los árboles y el río con 52 pasajeros a bordo.

Según Quirós, en el accidente estuvieron involucrados tres vehículos; el camión de Constenla y un carro que frenaron de repente y el bus que al esquivarlos fue a dar al precipicio.

“Todo es muy preliminar. Le tocará al Ministerio Público sentar responsabilidades”, finalizó. Guillermo Arroyo, jefe de Operaciones de la Cruz Roja, confirmó que de los 52 pasajeros, 39 fueron llevados a centros médicos.

“Se trasladaron 30 estables, ocho delicados y un paciente en condición roja a los hospitales México, San Juan de Dios, de Niños y los menos complicados a clínicas josefinas”, manifestó. El vehículo pesado, modelo 2003, fue reportado con cuatro faltas leves en su anterior revisión vehicular y debía asistir a una nueva inspección en setiembre, confirmó Berlioth Herrera, vocera de Riteve.

Drama, pánico y dolor

Fernando Cordero, quien viajaba en el centro del bus, contó: “solo escuché un estruendo. Para mí fueron segundos tranquilos, Dios me dio la paz, yo tenía toda la confianza en el señor”.

Ana Madrigal, vocera de Tuasa, expresó que Jairo “es un conductor experimentado de muchos años de labor en el grupo. Se ha caracterizado por su prudencia y buen de desempeño en el manejo. Tuasa cuenta con todas sus pólizas de seguros al día”.

Javier Venegas, tío de la joven, dijo que su sobrina trabajaba como ama de casa y vivía a escasos metros del incidente. “Era una mujer muy tranquila. Dedicada a su bebé”, añadió Venegas.

* Colaboró Karla Barquero.

Las víctimas

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Jenny Alvarez Venegas

Edad: 25 años

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Sebastián Delgado

Edad:18 meses

Susto y dolor

Jorge Soto, testigo.

Vi que los cuerpos quedaron boca abajo, el niño estaba decapitado y la mamá tenía heridas graves en la cabeza”.

Javier Venegas, tío de víctima.

Mi sobrina regresaba del supermercado e iba rumbo a su vivienda. Era un persona muy especial, dedicada a su hijo”.

Fernando Cordero, pasajero.

Dios me dio la paz mientras iba en ese bus. Yo tenía toda la confianza en el señor. Hoy le agradezco por estar vivo”.

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    Pensó en sus pasajeros y familiares. Miguel Calderón.
“Dios: llévame a mí por favor”

Jairo Rodríguez, chofer nicaragüenses del bus de Tuasa, recuerda con horror los momentos que vivió al mando del vehículo pesado.

“Le doy la gloria a Dios porque él fue el que me guió en todo el trayecto hasta el cauce del río”, comentó .

Recordó que él chocó contra el camión porque este frenó de repente. “No lo pude controlar. Todo pasó demasiado rápido. Sólo le pedí a Dios que me llevara a mí, pero no a mis pasajeros”, relató el chofer, quien fue trasladado al hospital en condición estable.

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    Familiares se abrazaban para darse apoyo en medio del “shock” al conocer los detalles de la tragedia.
Esposo lloraba y lloraba...

Alexander Delgado Mesén, esposo y padre de las víctimas mortales, Jenny Álvarez Venegas y Sebastián Delgado, lloraba y lloraba sin pronunciar palabra, luego del accidente. Su hermana Rocío Delgado, comentó que él recibió terapia psicológica, al igual que la madre de Venegas, los hermanos y la abuelita.

En la ambulancia donde estaban los familiares, se escuchaban llantos y gritos, mientras él permanecía frente a la escena del crimen, en estado de “shock” y rodeado de allegados que intentaban animarlo, sin conseguirlo, sin decir una sola palabra.

Richard Smith, exfutbolista y esposo de una prima de Venegas fue quien hizo que se moviera. ¿Cómo lo convenció? “Dios lo hizo a través de mí. Le dije que camináramos porque iban a bajar los cuerpos”.

Entre gritos, lágrimas y rezos

Juan Alberto Peñaranda se dirigía en autobús a su casa, en Carrillos de Poás de Alajuela, luego de cambiar una prótesis de su pierna en un taller por la Cruz Roja de La Uruca.

Peñaranda afirma que el bus iba a gran velocidad y de repente sintió un frenazo, escuchó un ruido de latas y notó como el bus caía al río.

“Estuve consciente en el momento en que iba cayendo, por dicha siempre me controlo. Las que más se oían eran las mujeres, unas gritaban, lloraban y otras rezaban”, afirmó.

Según Peñaranda él fue el primero en salir del bus, ya que iba en el último asiento al lado de la ventana, además fue uno de los siete pacientes que ingresó al Hospital México. Solamente se lastimó las costillas y tuvo una hemorragia nasal.

 

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  • Video: imágenes en el sitio del accidente. Tomas de Miguel Calderón.

 
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