Felipe Arrieta
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Leandro Barrios resalta en la cancha del estadio Morera Soto por su picardía con el balón y su fútbol vistoso, fuera de ella, el panorama no cambia mucho.

Este romperedes manudo traía la pasión por el deporte desde niño, cuando jugaba en las calles de Cotia, en su natal Brasil.

“Desde los seis años estaba siempre en la calle, mi mamá se enojaba porque yo solo quería jugar fútbol”, recordó con risas el jugador.

Su infancia fue dura, llena de los problemas de cualquier familia humilde.

“Viví por la favela, soy de familia humilde, gracias a Dios se me han dado muchas oportunidades en Costa Rica”, expresó el brasileño.

La adaptación a nuestro país ha sido fácil para “Leandrinho” y hasta confesó que su platillo favorito es el gallo pinto, pero aseguró extraña la comida de su mamá.

Los que conocen a este carioca saben que hay un tema que lo pone por las nubes, sus hijas.

Al preguntarle sobre ellas una sonrisa se dibuja en su rostro, sus ojos se llenan de brillo y no duda en asegurar que son su razón de ser.

“Mis hijas son todo para mí, lo que ellas quieren lo hago, son mi motivación mi alegría mayor, es lo que me hace tener fuerza cada día”, dijo emocionado Barrios.

Un poco sonrojado, Leandro aceptó que como buen brasileño es romántico.

“Cuando me toca ser detallista, trato de dar regalos y hacer todas esas cosas que a la mujer le gusta”, expresó “Leandrinho”.

Al comparar a las ticas con las brasileñas, prefirió evitar cualquier tipo de problemas con su pareja.

“Cada cual tiene su belleza, ya estoy listo con una tica y para mi es la mejor”, afirmó con una gran sonrisa.

Así es

Familia

En Brasil dejó seis hermanos y a su mamá.

Música

Toca el “cavaquinho”, una pequeña guitarra especial para ritmos como la samba.

Alegres

Asegura que los brasileños son más fiesteros que los ticos.