El Mercurio, Chile/GDA y AP.- Su rostro y complexión son los de cualquier adolescente, pero a sus 14 años, Edgar Jiménez Lugo, alias “El Ponchis”, ya tiene un historial criminal de temer.

Detenido la semana pasada en un aeropuerto cercano a Cuernavaca, en el estado mexicano de Morelos, el joven contó que desde los 11 años trabajaba para el Cartel del Pacífico Sur, enfrentado en una sangrienta lucha con la banda de los hermanos Beltrán Leyva y que era obligado a asesinar.

“He matado a cuatro personas. Los degollaba. Sentía feo al hacerlo. Me obligaban. Si no lo hacía, que me habrían matado. Yo nada más los degollo (sic), pero nunca fui a colgarlos a los puentes”, confesó el menor.

También se dio a conocer que él y una de sus hermanas son ciudadanos de Estados Unidos, confirmaron funcionarios. De hecho, la madre, Yolanda Lugo Jiménez, fue arrestada en San Diego y acusada de ingresar ilegalmente a ese país.

El muchacho operaba con dos hermanas, que se encargaban de “enganchar” a sus víctimas y tirar los cuerpos en las carreteras.

El caso de Edgar, quien se hizo conocido por videos en los que aparece cercenando el cuello de una persona o torturando, ha generado un fuerte debate en el país acerca de la responsabilidad penal de los menores de edad, quienes son cada vez más recurridos por los carteles de la droga.

Atención psicológica

“El Ponchis”, sin ir más lejos, no iría a la cárcel. Pese a estar confeso, el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, dijo que el joven podría salir libre porque la edad penal en México es de 18 años y sólo sería obligado a recibir atención psicológica.

Exigiendo mayor dureza en la condena, la autoridad solicitó a la Procuraduría (Fiscalía) General que se encargue del caso, por tratarse de delitos federales ligados a delincuencia organizada.

En medio del debate, una comisión del Senado mexicano aprobó por unanimidad una reforma a la Ley Federal de Justicia para Adolescentes, que hace más fuertes los castigos contra los jóvenes de 14 y 18 años, por secuestros, asesinatos y narcotráfico; un proyecto que informalmente ha sido llamado “ley antinarquitos”.

De acuerdo con esta norma, los menores de 14 años –como el caso de Edgar– no pueden ser sujetos a encarcelamiento, aunque cometan crímenes graves, ya que se considera que tienen altas posibilidades de rehabilitación.

Según reportó el diario El Universal de México, los carteles aprovechan que las leyes son más laxas con los menores para incorporarlos a sus filas, por eso los niños son utilizados, incluso por sus padres, como mulas, recaderos o halcones, como se conoce a los informantes de los narcos.

A “El Ponchis” y sus hermanas los narcos les pagaban entre $2.500 y $3.000 por cada víctima.

De momento, un juez para adolescentes dictó prisión preventiva de 60 días para el adolescente, tiempo que un juez del Tribunal Unitario de Justicia para Adolescentes del estado de Morelos ha dado a la Fiscalía y a la defensa del menor de 14 años para que aporten pruebas al caso.