Juan Diego Villarreal
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Para la Liga fue un año soñado. Fue el mejor equipo del campeonato, sus novatos dieron la talla en la cancha y sus extranjeros (Leandrinho y Pablo Gabas) fueron piezas claves.

Los refuerzos, Alejandro Alpízar, Johnny Acosta y Allen Guevara no desentonaron y todos juntos llevaron a los rojinegros a la gran final con todo merecimiento tras un gran año.

En Herediano llegaron refuerzos de lujo como Froylán Ledezma, Víctor “Mambo” Núñez, Tirso Guio, Diego Madrigal y Esteban Ramírez, entre otros.

Pero nadie esperaba los constantes atrasos salariales, las huelgas, el despido y la recontratación del técnico Orlando de León, que lloró tras dejar el club, donde al día siguiente fueron a buscarlo.

Se marcharon el gerente deportivo, Jafet Soto, y el gerente general, Carlos Salas, y llegó Cristian González, proveniente de Liberia Mía, con lo cual se terminó de constatar la ingerencia de Mario Sotela en las decisiones del “Team florense”, que preside su madre Roxie Blen.

Pese a toda la problemática, las deudas, el desorden de “La Garra” en el estadio Carlos Ugalde de San Carlos, los rojiamarillos llegaron a la final después de superar toda clase de obstáculos en el empedrado camino.

“Todos los problemas nos unieron, este es el mejor camerino en el cual he estado por su unidad”, aseguró el capitán Robert Arias, quien en su cuarta final buscará el ansiado título de la “Ciudad de las Flores”.

Son cinco años de sequía para los rojinegros, mientras los rojiamarillos ya suman una espera de 17 años para salir monarcas.

Uno de los equipos alzará el cetro y terminará con la agonía de sus aficionados el próximo 19 de diciembre; el cuadro perdedor tendrá solo el consuelo de haberlo intentado, pero sin lograrlo.

La gloria del Torneo de Invierno 2010 solo espera a 11 jugadores, los 11 restantes junto a sus seguidores, les espera el infierno de la dolorosa derrota.