Brasil / AFP.- “Acabó todo ¿Vivir aquí para qué? Si perdí todo”, declaró con la vista perdida Vanessa de Cassia da Coinceçao tras perder a once familiares en el deslizamiento de tierra de la favela Morro da Carioca, en la turística ciudad brasileña de Angra dos Reis.

Delgada, de piel bien oscura, con la boca a medio camino entre una sonrisa y una mueca de lamento, la joven de 27 años parece anestesiada por el trago más amargo de su vida: la pérdida de casi toda su familia en la tragedia ocurrida el viernes.

“Hay personas que dicen que perder uno (familiar) ya es difícil, entonces imagine perder a toda la familia”, subrayó la joven, que trabajaba de celadora y vivió toda su vida en el barrio.

Ahora, en el lugar donde Vanessa perdió su familia, decenas de familias buscan un nuevo lugar.