Roxana Zúñiga Quesada, periodista
ropazu@racsa.co.cr

Los Reyes Magos llegaron ayer. No me trajeron más que estas reflexiones acerca de lo que se aprende en un año como el 2009. Pero es un regalo sumamente valioso.

Tener trabajo es muy importante; es un pilar en nuestra existencia. El mundo laboral sufrió grandes altibajos y hubo una disminución de puestos. Muchas familias se quedaron sin sustento ni respaldo.

En eso se debe pensar cuando en las mañanas frías la dictadura de la cobija tibia pretende retenerte a su cama. Eso es lo que se debe recordar cuando se escuchan infinidad de quejas. ¿Por qué solo regalan café y no té y chocolate? ¿Para qué desean más eficiencia y productividad, si así estamos bien? ¿Cuál es el objetivo de los cambios si solo provocan caos?

La mayor fábrica de sollozos y quejidos son los centros de trabajo.

Bien dice la sapiencia popular que a la gente nunca se le queda bien. Siempre hay por qué llorar… Pero en época de escasez se debe replantear la perspectiva como empleados, con una actitud positiva y proactiva. No esperar que te digan qué hacer.

Otra meditación es simple: disfruta todo.

La ausencia. Lo que no es y lo que es. El viaje y quedarse. El amor, el beso, la mano, el gesto, la mirada, el cariño...

Y la tercera conclusión: este año tendremos nuevo (a) Presidente y Gobierno. Ojalá el pueblo sepa elegir la mejor opción. Si no, solo él tiene derecho a equivocarse, aunque después haya que apechugar el error.