La Sugef denunció cuatro operaciones de crédito por un monto de $5.502.443, otorgados por Coopemex para financiar la venta de un centro de negocios en Monteverde. Los créditos se dieron a cuatro deudores, tres de los cuales se asociaron a la cooperativa entre el 22 y el 23 de diciembre del 2009. Los préstamos se formalizaron el 24 de diciembre y la cooperativa los aprobó en una sesión el 28 de diciembre del año pasado.

Los créditos, según la Sugef, están relacionados con un centro de 41 locales comerciales, ubicado en Monteverde. Dicho inmueble está sometido a un fideicomiso.

Los créditos fueron por los siguientes montos: $1.464.610,97, otorgado a Andrés Yankelewitz Lev. Según el informe de Sugef, Yankelewitz ingresó como asociado el 22 de diciembre del 2009 y el crédito se formalizó el 24 de diciembre del 2009.

Un segundo crédito por un monto de $1.186.214,52, fue otorgado a Luis Alonso Barboza Lépiz. En el informe de Sugef se le identifica como presidente de la empresa Kineret S.A., secretario de la junta directiva de Instaenvíos S.A y Credienvíos S.A, empresas relacionadas con Instacredit S.A.

Barboza ingresó como asociado el 23 de diciembre del 2009. El crédito se formalizó también al día siguiente.

El tercer crédito por $1.415.294,48, fue otorgado a Gabriel Sragovicz, cuñado de Yankelwitz. Ingresó como asociado el 23 de diciembre del 2009. El crédito se formalizó el 24 de diciembre del 2009.

El cuarto crédito por un monto de $1.436, 323,25 fue a Danilo Zamora Miranda, identificado, por Sugef, como expropietario del inmueble en que se construyeron los 41 locales, sometido a fideicomiso. Asociado desde el 9 de julio del 2005 y el crédito se formalizó, también, el 24 de diciembre del año pasado.

Al Día trató de localizar a los cuatro deudores. La secretaria de Yankelewitz indicó que quien se referiría al caso sería Luis Alonso Barboza.

Barboza respondió : “A nosotros se nos ofreció la venta de ese negocio y actuamos de buena fe, presentamos los requisitos solicitados, uno de ellos era afiliarse a Coopemex, como lo hace cualquier persona y cumplimos con todo”, dijo. (Ver nota aparte).

Danilo Zamora manifestó que él le vendió el inmueble a Coopemex en $2.550.000 hace cinco años. De esa suma, dejó en certificados en la cooperativa por $1.615.000, por lo que, dijo, Coopemex no tenía ninguna duda de su capacidad de pago. (Ver nota aparte).

No nos fue posible localizar a Sragovicz.

Supuestas irregularidades

Los cuatro créditos, según la Sugef, fueron aprobados por el Comité de Crédito de la Cooperativa, en la sesión 04 del 28 de diciembre del 2009, “sin contar con información financiera que permitiera determinar la capacidad de pago de los deudores.

Por eso y porque no se evidencia información de preventas que garanticen las ventas a futuro de los locales comerciales, la Sugef sostuvo: “se recalifican estos deudores a categoría de riesgo D”.

A la Sugef, también le llamó la atención el hecho de que los cuatros casos de créditos, el monto aprobado fue inferior al desembolsado. Los desembolsos fueron: $1.464.610,97; $1.240.133,37; $1.415.294,48 y $1.436.323,25, respectivamente en cada caso.

La Sugef estima que estas operaciones presentan irregularidades en el proceso crediticio; debilidades en el análisis de la capacidad para la atención del pago del capital adeudado, en el valor de las garantías otorgadas.

Considera el riesgo del crédito como muy alto. Por lo que estima que hay un posible delito de administración fraudulenta, en perjuicio de los ahorrantes e inversionistas de la entidad cooperativa y del estado en la figura del Banco Central de Costa Rica.

Señala como presunto responsable al gerente general e indica que podrían tener una participación activa los miembros del Comité de Crédito que otorgaron los créditos en tales condiciones. Plantea que se deberá analizar la responsabilidad del auditor interno.

Una pérdida patrimonial por ¢165.267.364 estima Sugef que sufrió Coopemex al haber aprobado un adelanto de 24 dietas para sus directores en agosto del 2009.

El adelanto abarcó a los directores del Consejo de Administración y a los miembros del Comité de Vigilancia y de Educación. Sugef cuestionó la validez legal de esa decisión y ordenó a la cooperativa reversar y reintegrar a la cooperativa esos montos.

Consideró el caso como un manejo abusivo, irresponsable e imprudente de los recursos de la entidad y advierte que hay indicio del posible delito de administración fraudulenta. Sobre posibles imputados se señala en este caso a los miembros del Consejo de Administración y de los comités de Vigilancia y Educación y se analizar la responsabilidad del auditor interno.

Sugef analizó un esquema de financiamiento de vehículos acordado en el 2004 para los ejecutivos de Coopemex. Determinó que los autos se adquirían a nombre de la cooperativa. Los ejecutivos determinaban cuáles comprarían, los pagarían a un plazo de cinco años mediante cuotas de retención de los aumentos de salario; vencido el plazo, el vehículo podía traspasarse a nombre del ejecutivo o bien este podría cambiarlo por otro. Cuatro años después el esquema fue considerado poco rentable.

Según Sugef, el 27 de noviembre del 2009, Coopemex vendió un vehículo de su propiedad a la hija del gerente general por la suma de ¢71.430.000. Además, el gerente vendió otro vehículo de la cooperativa a la hija del presidente de la junta directiva, por un monto de ¢14.720.000.

Sugef concluye que el Consejo de Administración de la cooperativa de forma abusiva, irresponsable e imprudente tomó acuerdos en su beneficio particular que perjudican la situación financiera de la entidad, en detrimento de los intereses de sus ahorrantes e inversionistas y del mismo sistema financiero nacional.

Luis Alonso Barboza y Danilo Zamora Miranda, dos a quienes Coopemex les aprobó créditos por $1.860.214 y $1.353.786, respectivamente, para la compra de un centro comercial de Monteverde de Puntarenas, dijeron que ninguno de los cuatro socios recibió un sólo cinco de esos créditos y que se pusieron a las órdenes del interventor ante el cambio de condiciones.

“A nosotros se nos ofreció la venta de ese negocio y actuamos de buena fe. Presentamos los requisitos a Coopemex, como lo hace cualquier persona y cumplimos con todo”, expresó Luis Alonso Barboza, presidente de la compañía Kineret.

Comentó que sólo se firmó un contrato de préstamo donde los locales de Monteverde pasaban a un fideicomiso, de modo que si ellos incumplían la garantía que eran los mismos locales, pasaban a Coopemex.

Danilo Zamora, otro deudor, quien aseguró que tiene $2 millones en Coopemex y firmante del contrato de préstamo de diciembre pasado, manifestó que nunca recibió dinero de este último crédito. Confirmó que él le vendió el inmueble a Coopemex en $2.550.000, hace cinco años.

De esa suma dejó en certificados en la cooperativa $1.615.000, por lo que, expresó, Coopemex no tenía ninguna duda de su capacidad de pago.