Roxana Zúñiga Quesada, periodista
ropazu@racsa.co.cr

         

Don Ricardo Jiménez Oreamuno, tres veces presidente, era un mago de las salidas pícaras. Si dijo esta, era de otra galaxia por su genialidad: “en el país hay tres estaciones, la seca, la lluviosa y la de los problemas fronterizos con Nicaragua”.

Una vez más sufrimos un chaparrón sandinista de matonadas, prepotencias, insultos y cinismos. ¡¡¡Qué monumento al descaro!!!

Pero ojo de lechuza: una cosa es el eje Daniel-Murillo (y los”yesman” a su alrededor) y otra, los miles de nicaragüenses que conviven acá. Tengo amigos entrañables de esa nacionalidad.

Una de ellas, muy preocupada me escribió: “Lamentablemente en Nicaragua reina la ignorancia, el belicismo y la incultura. Me duele reconocerlo, pero es verdad. La misma falta de cultura que tenemos nos hace “comer carbón” de aquel que suponemos sabe más que nosotros, como es el caso de Ortega. Algunos, con toda la ignorancia de lo que significa la palabra “razón”, pero sobre todo ignorando y despreciando la palabra “paz”, dicen y repiten erróneamente lo que escuchan de otros. Yo, como nicaragüense, quisiera hacerle saber a Ortega y sus seguidores “levanta masas” que los nicas en Costa Rica estamos bien, que también somos parte del pueblo de Costa Rica, que nuestros hijos ya llevan sangre tica y que ofender a este pueblo es ofender también a nuestros hijos... pero no sé qué puedo hacer sin que me llamen ‘vendida’... miedo no tengo”.

Los costarricenses y los nicaragüenses somos hermanos. Eso no lo destruye ningún río ni ningún negocio oscuro.