Jorge Calderón, corresponsal GN y Rodolfo Martín
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Cartago.- Cuando Laureano Montero decidió emprender una “acción delictiva” en contra de José Andrés Borrasé, no fue un plan que lo guarda en su fuero interno, sino que se lo transmitió a Magdalena Pacheco, su compañera sentimental de entonces.

Así lo expuso ayer la fiscal Guiselle Rivera en el inicio de sus conclusiones finales en el proceso que se le sigue por la supuesta complicidad en ese homicidio.

La acusadora afirmó que la sospechosa no solo ayudó, sino que también formó parte del planeamiento del hecho.

A Pacheco, supuestamente, la ubican frente a su casa, en Sabanilla de Montes de Oca, cuando Borrasé era objeto de las primeras agresiones, lo sacaban de esa residencia y era asesinado en la finca Los Tinoco, en Tres Ríos.

Rivera dijo que esto lo aseguraba con base en las declaraciones de los testigos.

Aparentemente, ella y Laureano frecuentaban esa propiedad para practicar en un polígono que funcionaba ahí.

Rivera dijo que todo obedeció a los problemas personales que tenía Laureano y José Andrés, dificultades que, al parecer, también Magdalena mantenía con la esposa del hoy fallecido.

Rivera continuará hoy.