Julio Peña, corresponsal GN y Rodolfo Martín
rmartin@aldia.co.cr
Nicoya.- Le cumplieron su ultimo deseo: ser enterrado bajo los acordes de música parrandera ejecutada por una conocida cimarrona local.
Así fue despedido ayer Daniel Toruño Obando, conocido en el mundo de la monta de toros como “El Diablo”.
A los 39 años, murió en el hospital de San Ramón, tras ser herido por un toro en el redondel de Palmares, en las corridas del pasado fin de semana.
La tragedia sobrevino cuando al ser embestido por el animal, perdió el equilibrio, con tan mala suerte que cuando el toro giró, le puso las patas traseras en el cuello y tórax.
Luego del servicio religioso, el cortejo fúnebre caminó de manera lenta al cementerio local.
En lo más alto, el sol se ocultó bajo un manto de densas nubes, mientras que una alegre música parrandera se mezclaba con el llanto expresado por sus seres queridos.
El ataúd con los restos del otrora gran montador, fue cargado en hombros por sus más allegados.
Quienes lo conocieron, siempre lo recordarán como un hombre “brioso y arisco” para sacarse los toros.
© 2010. Periódico Al Día. El contenido de aldia.cr no puede ser reproducido, transmitido ni distribuido total o parcialmente sin la autorización previa y por escrito del Periódico Al Día. Si usted necesita mayor información o brindar recomendaciones, escriba a webmaster@aldia.co.cr.