En relación a la nota “Millones quedan bajo la almohada en el Icoder” publicada el miércoles 1.° de setiembre anterior, en la página 34, el Lic. Luis Eduardo Peraza Murillo, director nacional de Icoder expone: “... Es fundamental dejar claro que el problema de la ejecución presupuestaria del Icoder se arrastra de años anteriores, y es un punto medular de la gestión de la ministra de Deportes, Giselle Goyenaga. De igual forma, es prioridad del Icoder en estos momentos el análisis del presupuesto del 2011, con el fin de establecer medidas para lograr que lo que ealmente se incuya ahí se pueda ejecutar.

“.. los recursos no ejecutados en un año se incluyen en el presupuesto del siguiente, pero no se pueden manejar como en una “pulpería” por razones obvias de administración pública. .. de los fondos reservados para Juegos Deportivos Nacionales, y en el tema concreto del 2010, esos ¢1 mil millones no podrán ser ejecutados este año toda vez que la Etapa Final de esas justas está prevista para julio del 2011. De igual manera, muchas partidas específicas para atender necesidades de infraestructura deportiva cantonal, que llegan a las arcas del Icoder con destino a esas comunidades y que si no se puedan invertir en el año en que son depositadas, tienen que quedar en el superávit para intentar usarse en el siguiente.

La falta de ejecución presupuestaria obedece... a dos variables: el límite de gasto que impone el Gobierno y la capacidad en ejecución.

Por un lado, el Gobierno le establece al Icoder, y a todas las instituciones públicas, “un techo” de gasto (en estos momentos es de ¢3.268 millones al año) aunque el presupuesto establecido sea 3 veces el monto.

En cuanto a la capacidad de ejecución, si un proyecto es frenado por una apelación o se debe esperar una resolución de la Contraloría General de la República, muchas veces conduce a que no se realice en el año en que estuvo presupuestado, pero igual, como se explicó líneas arriba, el recurso se traslada para el año siguiente.

Todo esto sin contar con otros imponderables como que las fuentes de ingreso del Icoder, entre ellas Fodesaf e IFAM, van girando los recursos por tractos dependiendo de sus propias entradas, lo que también provoca inconvenientes con la ejecución presupuestaria.

Es evidente que el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación desearía poder dotar de más fondos a los atletas y a las federaciones deportivas, de hecho es una meta para el futuro inmediato, pero no para calmar los reclamos o satisfacer los clamores de un reducido sector de la prensa que algunas veces carece de análisis y objetividad.

El Icoder es muchísimo más que la entidad que ayuda a deportistas y federaciones; tiene a su cargo los Parques Recreativos, desarrolla programas de deportes para niños y jóvenes como Juegos Nacionales, Juegos Estudiantiles y Juegos Estudiantiles Centroamericanos; encabeza la lucha por poner a Costa Rica en movimiento insertando la actividad física, el deporte y la recreación en todas las comunidades del país…

Aún así, durante los últimos ocho meses fuimos la única entidad que le tendió una mano al atleta Nery Brenes con una beca mensual de un millón de colones, además de servicios profesionales en terapia y medicina deportiva; tal como lo hacemos con más de sesenta deportistas de alto rendimiento y de proyección.

“...el problema del deporte costarricense no se va a resolver solo con los recursos del Icoder y del Gobierno, como lo pretenden algunos dirigentes deportivos y unas cuantas voces de prensa, sino que se requiere del aporte de la empresa privada, con patrocinios para los deportistas y para las organizaciones federadas.

“Es una lucha que también estamos dispuestos a dar...”

Luis Eduardo Peraza Murillo

Director nacional Icoder.