Estoy enamorado de una amiga, quien no quiere darme una oportunidad, por el hecho de que supuestamente tiene una relación con un hombre mayor, profesional y con dinero. Me duele ver que ella prefiera estar con ese tipo que no la valora, pero se resiste a dejarlo.
Espero de todo corazón que usted no caiga en la trampa mental de querer compararse con ese hombre, sea que exista o no en la vida real. Usted no debe martirizarse entrando en una competencia afectiva, “a ver quién da más”, por su amiga. Por más que ustedes dos hagan química, tengan parecidos intereses o se lleven bien, es evidente que a ella no le atrae usted, de la misma forma que usted siente por ella. Si fuera diferente su deseo y gusto como hombre o amante ella misma ya habría dado un paso más adelante y hubiera tratado de seducirlo. Pero al dar ella justificaciones sobre otra supuesta relación, lo que le está queriendo decir sin quererlo herir, es que no la asuma como una posible pareja. Mejor olvídese de ella en el plano amoroso y empiece a verla sólo como una conocida. De esa manera usted no sufrirá y podrá prepararse para cuando le llegue una pareja real.
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Mi esposo me pidió que ya no trabaje más para que esté más pendiente de mis hijos pequeños, lo cual me parece muy bien y acepte. El problema es que no me da dinero en efectivo para mis gastos personales y eso me tiene muy dolida.
La felicito por aceptar el digno y valioso rol de ser mamá y ama de casa a tiempo completo, es de admirar en estos tiempos. Lo que sí es importante es que no pierda de vista su autorrealización como profesional y mujer y que se sienta productiva en otros campos. Con respecto al dinero, seguramente su esposo siente presión por pagar el solo los gastos del hogar. Mejor negocie con él.
