Humberto Soto Parra, de 25 años, falleció a las 3:30 a.m. de ayer mientras laboraba como vigilante del bar Reflexiones, en San Sebastián, San José.
A 300 metros del local, también apareció muerto un cliente: Johan Alberto Zúñiga Carballo.
El vigilante le habría pedido a Zúñiga que se retirara de las instalaciones del establecimiento a raíz de un disturbio.
Según el director regional de la Fuerza Pública de San José, Raúl Rivera, en las afueras del bar se suscitó un enfrentamiento.
Soto murió en el sitio por causa de tres disparos en la cabeza y en el pecho. Zúñiga, de 26 años y vecino de Hatillo 2, intentó huir en un carro. Llevaba una herida de bala en el estómago.
La Policía no confirmó si el cliente viajaba solo en el vehículo. El cadáver quedó dentro del carro. Las autoridades desconocían ayer si entre los dos fallecidos hubo un intercambio de disparos o si una tercera persona disparó.
Ayer por la mañana, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) intentaron localizar al dueño del bar.
Necesitaba dinero adicional
Humberto Soto indicó que su hijo trabajaba en seguridad del casino Royal Dutch, pero los fines de semana acudía al bar para ganar dinero extra. “Los clientes son diferentes ahí”, dijo.
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