Martes 12 de julio de 2011, San José, Costa Rica

“Kiko” Robles revela el secreto del éxito

“Mi vida cambió”

Gabriela Solano

gsolano@aldia.co.cr

Cinco años se cumplieron recientemente del “by pass” gástrico al que se sometió el presentador “Kiko” Robles en el Centro Bariátrico de Costa Rica en el hospital Cima San José. Él lo recuerda afirmando que “fue como volver a nacer” y tras su experiencia trata de que su hijo Sebastián tenga buenos hábitos alimenticios.

¿Cómo se siente?

Fue un cambio de vida, como volver a nacer. Fue adoptar un estilo de vida, la operación es mágica, sin embargo lo más importante es hacerle caso a lo que tu cuerpo te empieza a pedir y alimentarte así, claro, me como los antojitos, pero en porciones medidas.

¿Debe mantener las visitas al doctor Jorge Esmeral?

Son menos frecuentes porque el cuerpo está en perfecto estado desde el inicio y se acopló bien a las recomendaciones, las visitas son más en términos de amistad y retroalimentación para dar asesorías a los nuevos pacientes.

¿Cuánto pesa?

Tras perder 200 libras me mantengo ahora en el rango de las 180 a 187 libras, depende de las temporadas, ya que el cuerpo tiene ciclos donde me pide más líquidos y hay semanas de trabajo donde las comidas son otras.

¿Mantiene una dieta?

Es regular ver en mi plato una ensalada, sopas, pescado, puré, verduras y algo de pollo. Estoy más peleado con la carne, el pan y el arroz.

¿Controla la alimentación de su hijo?

Curiosamente “Sebas” no es el típico niño al que le gustan las comidas rápidas, siempre busca otros alimentos, aunque le encanta el gallo pinto con huevo. Hace bastante deporte, así que tiene un desarrollo normal para un niño de 12 años.

¿Un consejo para los que padecen de obesidad?

La obesidad es una enfermedad que va a todo nivel, por eso les diría que se sometan a unos exámenes y verán que su cuerpo revelará la verdad que están intentando tapar con un dedo, confirmará que su cuerpo es una olla de presión que pronto reventará, lo que no se sabe es por donde lo hará; ciertamente el infarto tiene ganados al menos 90 numeritos del cartón.