Terror y muerte al regreso de clases en colegio de Orotina

Carlos Láscarez y Jorge Umaña, corresponsal GN

clascarez@aldia.co.cr

Orotina.- Un estudiante de duodécimo año fue asesinado ayer de un disparo en la cabeza, dentro del laboratorio de cómputo, por un joven de 17 años que burló la escasa seguridad del Colegio Técnico Ricardo Castro Beer.

El centro educativo tiene una población de 1.400 alumnos.

Una vez que acabó con la vida del estudiante Juan Pablo Salazar Calderón, de 18 años, el homicida –quien hoy cumple 18 años – salió del aula y se disparó en la cabeza. Eran las 8:50 a.m., según la Fuerza Pública.

La víctima vivía en Coyolar de Orotina mientras que el sospechoso en Jacó de Garabito.

El presunto agresor, luego de herirse en la cabeza, fue remitido en condición grave al hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas y luego al hospital México. Allí a las 5 p.m. fue reportado en condición crítica.

Este asesinato ocurrió el mismo día en que miles de estudiantes regresaron a clases tras gozar de su periodo de vacaciones de medio año. El colegio nunca había tenido problemas.

Rigoberto Rodríguez, subdirector de la dirección regional de Policía, afirmó que el sospechoso ingresó a la institución, fue al aula –donde un grupo de entre 12 y 15 alumnos recibían clases – e impactó a la víctima.

En ese momento, el grupo de muchachos buscó refugio en la dirección, mientras el pistolero se disparó en la sien derecha.

“Se generó gran histeria y nervios entre los que observaron. Se aisló a los testigos como procedimiento para que sean entrevistados por la Fiscalía y el OIJ”, manifestó Rodríguez.

Sección 12-2 estaba dividida

El crimen ocurrió dentro del aula “Labor@!”, minutos antes del segundo recreo, dijeron alumnos. La víctima estudiaba secretariado ejecutivo y se preparaba en un grupo de baile que representaría al colegio en octubre, en un Concurso de Coreografías.

Otros compañeros del joven estaban en otras clases, pues el grupo estaba dividido en las especialidades que habían escogido.

El sospechoso de disparar llegó al colegio en un taxi que abordó al costado norte del mercado municipal de Orotina.

Fue llevado por el taxista Allan Bermúdez, quien comentó que el joven le pidió que lo llevara hasta la dirección del colegio. Tras pagarle ¢500 por el viaje, el chofer dio vuelta en U.

Amenazas vía Facebook

Brandon Sánchez Salazar, de 18 años y primo del fallecido, comentó que 30 minutos antes del homicidio Juan Pablo conversó por Facebook con el sospechoso, con quien tenía una relación muy cercana de amistad.

Recordó que le había dicho que estaba muy contento con una muchacha que recién había conocido, lo que en apariencia no le gustaba al joven que accionó el gatillo. “Quería estudiar diseño gráfico y edición de imágenes. Le gustaban las imágenes por computación, tocar violín y el piano. Disfrutaba mucho eso y decía que era fácil. En algunos aspectos no aguantaba el peso de la sociedad”, recordó el primo.

Agregó que había sido amenazado y acosado por el sospechoso, tanto por mensajes de texto como por la red social Facebook.