Presentó dimisión desde mayo

Gloriana Corrales

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El arzobispo metropolitano, Hugo Barrantes, confirmó ayer que el Vaticano dejará para después el trámite de su renuncia.

Según monseñor, hasta el momento solo recibió una carta en la que las autoridades eclesiásticas se dan por enteradas de su solicitud, pero la autorización podría tardar un año o más en girarse.

Barrantes presentó su carta de dimisión ante la Nunciatura Apostólica el 20 de mayo, un día antes de llegar a los 75 años, que es la edad de retiro establecida en el Código de Derecho Canónico.

Futuro incierto

El Papa Benedicto XVI será quién autorice la renuncia o le solicite al prelado continuar en el cargo. En este último caso, el arzobispo tiene derecho a negarse.

“Si hay voluntad del Papa y tiene sus razones, yo seguiría por obediencia”, señaló Barrantes.

Sin embargo, comentó que tendría que analizar su condición física y le preocupa que su madre ya está muy mayor.

“A los 75 años no se tiene la agilidad mental ni el entusiasmo que se requiere para una diócesis tan grande. Pero estoy ahí, cumpliendo”, manifestó monseñor.

Si el Sumo Pontífice avalara su renuncia, aseguró que volvería a Pérez Zeledón, su ciudad de origen, pero que seguiría colaborando con la iglesia.

Agregó que aún no ha pensado cuál es el perfil que requeriría un eventual sucesor. Prefiere dejarle este criterio a la Santa Sede.

A un paso

50 años de sacerdocio

De no recibir respuesta del Vaticano aun, monseñor Hugo Barrantes celebrará en diciembre sus bodas de oro sacerdotales.

Es una norma

El código eclesiástica exige que los obispos presenten su renuncia a los 75 años. El Papa determina si pueden continuar en el puesto.