Charlotte.- La “Sele” volvió a los tiempos de encender velas.
Enciendo una vela por los goles no anotados, por el que sí cayó cuando no había tiempo de más, por las opciones de gol que tendrá Costa Rica en el resto de la Copa.
Cuando Allen Guevara -en el minuto dos- tomó la pelota, aceleró, se coló entre rivales, la sirvió a Heiner Mora, justo para el pase al centro a un Saborío con el marco a disposición, creímos que sería una gran noche. Nada más lejano de la realidad. Terminamos jugando a la desesperada, a los aportes de un Bryan Ruiz salido de la banca, a los intentos de Celso, buscando por donde fuera y abandonando incluso su puesto original. Terminamos al intento individual y con una velita encendida para que Saborío la metiera.
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